Un hombre normal, en apariencia, y con una vida normal. Pero, detrás, una historia trágica. José Francisco P. R. ha declarado este lunes en el primer día de juicio en el que se le acusa de dejar morir a su madre, de 88 años, entre el sufrimiento de una persona dependiente. La Fiscalía pide 17 años de prisión formulada por la comisión de un homicidio por omisión. Es decir, por dejarla morir.
El abogado de la defensa ha hablado de "estrés del cuidador" por los varios años en los que el hijo fue el encargado de cuidar de la anciana. Fue él mismo quien llamó a los servicios de emergencia cuando fue a visitarla y se decretó su muerte.
En la vivienda de Sevilla Este encontraron a la mujer con úlceras importantes y que larvas de moscas se habían colocado sobre el cuerpo.
El acusado ha asegurado en el juicio que la mujer había decidido no salir de la cama en las tres semanas antes. Viuda desde hacía tiempo, asegura que la visitaba a diario, pero que la mujer habría rechazado más visitas e incluso ir al médico.
"Yo vivía en una pesadilla", ha relatado en juicio, según indica Diario de Sevilla. "Estaba paralizado y bloqueado. No era capaz de hacer nada". En su relato, ha indicado en varias ocasiones que no quería que su madre falleciera, pero que se vio sobrepasado.
Ese exceso de responsabilidad es el que le llevó a detener los cuidados más básicos, una situación de estrés incapacitante. "Me cuesta mucho afrontar conflictos", ha asegurado el encausado.
Con esta declaración, el acusado vendría a aceptar indirectamente el relato de hechos de la investigación, basada en las pesquisas policiales y en lo que presenciaron los sanitarios cuando la mujer fue hallada muerte.
Tras las vistas orales, será un jurado popular quien determine la culpabilidad o no de este empleado en un polígono industrial que, detrás de una vida normal, escondía un terrible suceso.