Con la banda del Rosario, con miles de personas en las calles, la Virgen de la Estrella ha abierto por segunda vez este año las puertas de su templo. Y esta vez para salir. Porque lo ha hecho cuando aún regía el aviso amarillo en la capital emitido por Aemet debido a la posibilidad de tormentas. Pero no ha llovido en el primer tramo de procesión.
La razón de esta salida es el XXV aniversario de la Coronación Canónica. Un camino a la Catedral que tenía previsto un itinerario alternativo si la lluvia persistía en la amenaza, tomando un recorrido más corto. Pero no. La hermandad cruzaba San Jacinto hacia el Altozano antes de ponerse el sol y enfilaba hacia el Baratillo. Un recorrido no tan directo y que es el mismo que realizó para su coronación hace un cuarto de siglo.
Miles de personas se han congregado en las calles empuñando paraguas, pero sin abrirlos. De hecho, mala cosa es hacerlo, dicen, cuando la cofradía está en la calle.
Al final, sigue adelante, salvo que en la segunda parte haya que improvisar alguna solución, el plan que contempla una misa en la Catedral el 1 de noviembre y el regreso a Triana el día 2. Teóricamente, más sencillo y viable, ya que se espera que desde el viernes el tiempo deje cierta claridad.
La Hermandad de la Estrella, con esta salida procesional, vuelve a manifestarse como La Valiente, un sobrenombre histórico ante situaciones más duras que la DANA que empieza a amainar en Sevilla.
Está previsto oficialmente que llegue a la Catedral a las 22:45 horas. Quizás, al paso rápido, pueda acortarse varios minutos.
