El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha recibido este domingo a la familia rescatada del terremoto de Turquía en 2023 por militares del Segundo Batallón de Intervención de Emergencias (BIEM) de la Unidad Militar de Emergencias (UME), residentes en la base sevillana de Morón. La ceremonia, que tuvo lugar en la Casa Consistorial, rindió homenaje tanto a estos profesionales como a la familia afectada por el devastador seísmo de febrero del pasado año, que alcanzó los 7,8 grados en la escala Richter y provocó una gran conmoción a nivel mundial.
Al evento asistieron una decena de familiares de los miembros de la UME con base en la provincia de Sevilla, junto a la familia turca que fue recibida previamente por la ministra de Defensa, Margarita Robles. Entre los presentes se encontraban el Capitán de la UME, Ángel Roberto Saldaña, y la delegada de Salud del Ayuntamiento de Sevilla, Silvia Pozo.
Durante la recepción, el alcalde destacó "la importancia de este día para el Ayuntamiento, donde damos visibilidad al importante trabajo que realiza la UME dentro de nuestras fronteras cada día del año, así como fuera de nuestro país, poniendo en riesgo su vida para salvar la de personas como esta maravillosa familia junto a sus pequeños, como harían con cualquiera de nosotros. Sois imprescindibles y, para todos los ciudadanos, teneros con nosotros, salvaguardando nuestra seguridad, es un privilegio".
La familia Yilmaz, compuesta por la madre Leyla y sus hijos Elif de 6 años y Mushin de 3, fueron los protagonistas del acto. Esta familia estuvo sepultada durante cinco días bajo los escombros de un edificio en Nurgui, una localidad del sureste de Turquía. Trágicamente, el padre falleció, pero los niños sobrevivieron gracias a la lactancia materna proporcionada por su madre.
El rescate fue un proceso arduo que duró 28 horas, durante las cuales los rescatadores tuvieron que cortar forjados y realizar inspecciones con cámaras para asegurar que no hubiera nadie más atrapado que pudiera resultar herido, mientras también se garantizaba la seguridad de los propios rescatadores.
La operación en Turquía no solo permitió el rescate de la familia Yilmaz. La UME también logró salvar a otras nueve personas y distribuyó 3.600 toneladas de ayuda humanitaria, subrayando su papel esencial en misiones de rescate y asistencia en catástrofes naturales.