La Finca de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, situada en Sevilla, ha cobrado notoriedad en las últimas semanas tras viralizarse en redes sociales, especialmente entre usuarios de TikTok, que han acudido al lugar motivados por su curiosidad y por el atractivo de explorar un espacio aparentemente abandonado. Sin embargo, lo que para algunos era una aventura ha terminado convirtiéndose en un problema para su propietario, Javier Becerra, que ha denunciado públicamente los daños y actos vandálicos que ha sufrido la finca.
En un mensaje publicado en la red social, el dueño ha explicado que el cortijo, construido entre 1958 y 1960 por el torero Antonio Ordóñez, no es tan antiguo como algunos creen y que su deterioro se debe a la estructura original, que no fue diseñada para durar tanto tiempo.
"No es falta de mantenimiento"
"El cortijo se está cayendo porque es una estructura mala de hace unos 60 años, nada más", señala, precisando que no se trata de falta de mantenimiento, sino de desgaste propio del tiempo y del uso previo como almacén de granos, cuadras de caballos y gallinero.
Becerra ha lamentado además que, con la apertura del lugar al público, se han producido robos y destrozos. Según sus declaraciones, "han desaparecido rejas, ventanas, carteles de la capilla, vigas de hierro e incluso elementos de la fuente que tiene la finca con el hierro original de Antonio Ordóñez". También se han encontrado pintadas y basura, lo que aumenta la sensación de abandono y contribuye al deterioro acelerado de la finca.
Suciedad y vandalismo
"Es una triste guasa encontrar esto lleno de porquería, lleno de cajas y bolsas de comida rápida, en fin, muchas cosas", ha indicado, refiriéndose al estado en que algunos visitantes han dejado el cortijo. A pesar de que la puerta del lugar está abierta y no se puede cerrar, el dueño insiste en que los visitantes deben respetar el espacio y evitar causar más daños.
@javier.becerra077 ♬ sonido original - Javier Becerra
Javier Becerra también ha querido aclarar la historia de la finca: "Esto era la casa donde vivía una familia. La capilla, el gallinero y las cuadras muestran actualmente grietas y partes derruidas, y gran parte de la estructura se encuentra en riesgo de colapso".
Con su mensaje en TikTok, el dueño busca concienciar sobre la importancia de respetar espacios históricos, aunque sean privados, y frenar los actos vandálicos que han convertido la Finca del Perpetuo Socorro en un ejemplo de cómo la viralización en redes puede tener consecuencias inesperadas y perjudiciales.
