Cuando los flamencos necesitaban un carné para poder cantar, tocar y bailar

El Archivo Histórico Provincial de Sevilla muestra documentos inéditos de Matilde Coral, Fosforito y Paco de Lucía que revelan cómo la dictadura regulaba la profesión flamenca

Detalle del carné de la bailaora Matilde Coral, expedido en octubre de 1969, y obligatorio para poder actuar.
24 de noviembre de 2025 a las 19:18h

El Archivo Histórico Provincial de Sevilla (AHPS) ha inaugurado la exposición Cante, toque y baile: los profesionales del flamenco en el Archivo, con motivo del 15º aniversario de la declaración del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La muestra recorre la historia de cómo los artistas flamencos necesitaban un carné profesional del Sindicato Nacional del Espectáculo para poder trabajar durante la dictadura.

Durante esos años, los intérpretes no eran reconocidos específicamente como artistas flamencos, sino incluidos en un epígrafe heterogéneo denominado "Grupo de Circo, variedades y folklore". Entre los documentos expuestos se encuentran carnés de figuras del género como Matilde Coral, Fernando Fernández Monge Terremoto de Jerez, y el cantante de sevillanas Francisco Palacios Ortega, El Pali.

El archivo sevillano ofrece así una mirada a un pasado donde los flamencos no contaban con el reconocimiento social ni artístico que lograrían con la llegada de la democracia. Para ejercer la profesión, debían pasar un examen supervisado por la autoridad competente y acreditarse como parte de un "género de variedades" o "folklore".

El Sindicato Nacional del Espectáculo, que funcionó desde 1942 hasta su desaparición en 1977 con el resto de los Sindicatos Verticales, regulaba la actividad profesional de los artistas. Para ser reconocido, los intérpretes debían ser mayores de 16 años y superar un examen en la capital de provincia ante figuras destacadas del flamenco, como Pepe Pinto o Melchor de Marchena.

Entre los carnés exhibidos destacan los de dos de las cinco Llaves de Oro del Cante: Antonio Mairena y Antonio Fernández Díaz, Fosforito. También forman parte de la muestra artistas como Terremoto de Jerez, Perrate de Utrera, Joselero de Morón, Niño Gloria y Manuel Moreno, El Pele. Asimismo, se incluyen documentos de cantaores menos conocidos, como Pepa de Utrera, Perro de Paterna o Romerito de Jerez.

Los guitarristas flamencos también debían acreditar su formación, como se evidencia en el carné de Paco de Lucía, que figura con su nombre real, Francisco Sánchez Gómez. La exposición muestra igualmente a intérpretes de la escuela de Jerez, como Manuel Morao y Niño Jero, y otros destacados de distintas zonas, entre ellos Juan Montoya y Diego de Morón.

En el apartado de baile, aparecen figuras como Antonio Montoya Flores, Farruco, y Matilde Coral, así como Antonia Rodríguez Moreno, La Negra, madre de Lole Montoya. Estos documentos reflejan la trayectoria de artistas que marcaron el desarrollo del flamenco en el siglo XX, destacando la dimensión profesional y la necesidad de acreditación durante la dictadura.

Un contexto histórico de limitaciones y censura

Los carnés y expedientes forman parte del Fondo de la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales y del Fondo de la Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo. Estos documentos contienen información sobre fichas profesionales, solicitudes de ingreso, exámenes, renovaciones y contratos, así como autorizaciones y supervisión de actividades culturales, incluyendo la revisión de letras y contenidos de espectáculos.

Por último, en los fondos correspondientes al Registro de la Propiedad Intelectual de Sevilla se conservan copias de letras y partituras con autoría de composiciones flamencas, en cumplimiento de la Ley de Propiedad Intelectual de 1879, que exigía la entrega de ejemplares firmados para su registro. La exposición permite conocer de cerca el control y la profesionalización de los artistas del flamenco en un contexto histórico de limitaciones y censura.

Sobre el autor

Francisco J. Jiménez

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