La Diputación de Sevilla ha redoblado su apuesta por la igualdad con una iniciativa que, desde el primer momento, buscó remover conciencias. A través de su Área de Empleado/a Público y de la Comisión de Igualdad, la institución provincial ha impulsado una jornada formativa centrada en cortometrajes dirigidos por mujeres, todos ellos sevillanos, como herramienta para fomentar la reflexión y el debate en torno a la igualdad, la no discriminación y la lucha contra la violencia machista. La actividad se enmarca en el II Plan de Igualdad de Empresa y suma un nuevo gesto a la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Durante la inauguración, la subdirectora del Área de Empleado/a Público, Lourdes Romero, subrayó el valor añadido “que aportamos las mujeres a la sociedad y nuestros respectivos entornos laborales, donde tenemos mucho que decir, mucho que hacer y mucho que reivindicar todavía”. Una declaración contundente que marcó el tono de una jornada que buscó mirar de frente las desigualdades que aún persisten.
Romero insistió en la necesidad de avanzar “en esa igualdad retributiva, esa igualdad de condiciones, esa igualdad en el ejercicio de responsabilidades”, especialmente en un ámbito como el de la Administración pública. También defendió que esta tarea debe abordarse desde la conciliación, la prevención de riesgos laborales y el desarrollo profesional en aquellas categorías históricamente feminizadas, que continúan en desventaja respecto a las más masculinizadas.
Cortometrajes reivindicativos
La jornada contó con la colaboración de la Asociación Andaluza de Mujeres de los Medios Audiovisuales, representada por las cineastas Pilar Crespo, Rocío Rodríguez Cruz y Blanca Rey. En la primera Mesa Redonda se presentó la labor de la Asociación y se avanzó el Informe sobre Presencia de Mujeres en el Sector Audiovisual. Además, se dio a conocer “¡Corten! Manual de Buenas Prácticas para la prevención del acoso y las violencias sexuales en la industria audiovisual y eventos cinematográficos”.
Después llegó uno de los momentos más esperados: el visionado de los cortometrajes. Cada directora introdujo brevemente su obra. Camino roya. Un mapa de ida y vuelta, de Rocío Rodríguez Cruz, sigue la búsqueda personal de su protagonista. Génesis, de Ceres Machado, muestra cómo una relación nacida en redes sociales puede derivar en una auténtica trampa. En La loca y el feminista, Sandra Gallego Christensen propone una conversación sin retorno sobre el significado del feminismo y el uso que hacemos de esta palabra. La Cajera, de Amada Santos Relaño, presenta a una mujer decidida a actuar frente al acoso sexual que sufre. Y Pompita, de Ana Graciani, retrata el “auténtico infierno” que vive una mascota escolar durante los fines de semana que pasa con los niños y niñas que la llevan a casa.
La jornada concluyó con una Mesa Redonda sobre Creación Audiovisual, donde se profundizó en el papel de las mujeres en el cine, sus desafíos, sus vivencias y el impacto social de sus obras. Participaron Olga Navalón, actriz de La Cajera; Ceres Machado, directora y guionista de Génesis; Agustina Jiménez Alfonso, productora de Pompita; y Rocío Rodríguez Cruz, directora y guionista de Camino Roya. Una conversación que cerró el encuentro poniendo de relieve algo esencial: el cine hecho por mujeres no solo cuenta historias, también abre caminos.