El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha vivido en sus propias carnes el caos circulatorio que está suponiendo para la capital hispalense albergar la Cumbre de la ONU, según ha denunciado el sindicato CSIF. Cada pocos metros hay un furgón de la Policía en la ciudad con varios agentes soportando temperaturas superiores a 40 grados y buscando sombra hasta en los semáforos.
El sindicato CSIF de la Policía Local de Sevilla ha denunciado este lunes una serie de deficiencias organizativas durante el dispositivo de seguridad desplegado con motivo de la cumbre de la ONU celebrada en la capital andaluza. La central sindical ha lamentado el nivel de improvisación en el operativo, que, según aseguran, ha provocado una sensación de caos entre los agentes desplegados en diferentes puntos estratégicos de la ciudad.
Desde CSIF apuntan a una falta generalizada de planificación y comunicación, lo que habría derivado en una actuación policial descoordinada. Según explican, los mandos operativos carecían de instrucciones claras y los oficiales tuvieron que actuar sobre la marcha ante los constantes cambios del dispositivo. Esta situación habría provocado importantes atascos durante el paso de las caravanas oficiales, debido a la ausencia de información y a la decisión de no utilizar vehículos piloto propios, dejando esta labor en manos de la Guardia Civil.
El sindicato también ha criticado la falta de recursos materiales y humanos para afrontar un evento de estas características. Como ejemplo, citan que solo se distribuyeron 17 sombrillas para cubrir los puntos de tráfico habilitados, mientras que el reparto de agua fue insuficiente. La organización ha agradecido expresamente a Protección Civil y al sindicato SUP su colaboración logística para paliar algunas de estas carencias.
Llamadas sin atender
Otra de las consecuencias de la falta de personal fue la anulación del turno ordinario, lo que, según CSIF, dejó sin atender cientos de llamadas al 112 y al 092. La jornada también estuvo marcada por problemas en los relevos entre turnos, ya que la ausencia de patrulleros obligó a trasladar en microbuses a los agentes, dificultando aún más el normal funcionamiento del dispositivo.
La organización sindical ha mostrado su preocupación por el trato recibido por parte de la jefatura hacia algunos agentes, especialmente aquellos que, a pesar de su trabajo, han quedado al margen del plan de productividad elaborado para la ocasión. CSIF asegura que este plan fue negociado de forma precipitada y sin contar con todos los sindicatos, lo que ha generado agravios internos.
Por último, CSIF ha pedido disculpas tanto a la ciudadanía por los problemas de tráfico ocasionados como a los propios agentes que, según afirman, han visto menospreciado su trabajo. El sindicato ha insistido en que la Policía Local atraviesa una situación crítica en cuanto a medios y personal, y ha reclamado que no se repitan errores como los ocurridos durante este operativo.