El Ayuntamiento de Sevilla iniciará la noche de este lunes, 20 de octubre, la retirada de los toldos instalados en la Avenida de la Constitución. Los trabajos, que se prolongarán aproximadamente durante una semana, marcarán el final de una instalación que desde su origen ha estado acompañada por retrasos, polémicas y críticas políticas. La medida fue confirmada por fuentes municipales y adelantada por medios locales.
La colocación de los toldos concluyó el pasado 23 de agosto, en una primera fase que el propio alcalde reconoció que había terminado más tarde de lo previsto. El proyecto se enfrentó a diversos obstáculos técnicos y administrativos, entre ellos la posibilidad de sustituir las farolas existentes, una opción finalmente descartada por su elevado coste. En su lugar, el Consistorio optó por fijar los enganches en edificios protegidos, una solución que generó controversia por afectar a fachadas catalogadas como Bien de Interés Cultural y por el uso de grandes pilares de hormigón.
Muchas críticas de la oposición
La oposición municipal no tardó en manifestar su rechazo. El Grupo Socialista anunció su intención de acudir a los tribunales por lo que consideró una afección al patrimonio histórico y un gasto injustificado. Además, denunció la falta de documentación en el expediente remitido por el Ayuntamiento y acusó al Gobierno local de dañar la imagen de la ciudad con un proyecto que calificó de innecesario.
Desde Podemos, la concejal Susana Hornillo también criticó duramente la iniciativa, describiéndola como un proyecto desproporcionado y estéticamente cuestionable. Subrayó que los toldos únicamente proporcionaban sombra al trazado del tranvía, sin beneficiar realmente a los peatones que transitan por la céntrica avenida, quienes continuaban expuestos a las altas temperaturas del verano sevillano.
El concejal de Urbanismo, Juan de la Rosa, reconoció semanas atrás la necesidad de replantear el proyecto ante las críticas recibidas. El responsable municipal abrió la posibilidad de estudiar alternativas más sostenibles y duraderas, como la plantación de arbolado, con el objetivo de garantizar sombra y confort en una de las principales vías peatonales del centro histórico de la ciudad.