El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, junto con el arzobispo José Ángel Saiz Meneses, inauguró este domingo los locales cedidos por el Ayuntamiento a la Hermandad del Rocío de la Macarena. Se trata de espacios municipales que, según el Consistorio, “llevaban años abandonados” y que ahora se destinan a actividades sociales, formativas y solidarias para el distrito Macarena.
Durante el acto, Sanz destacó que se trata de “un día importante para Sevilla y, muy especialmente, para este entorno del Parque de los Perdigones”. El regidor señaló que los espacios públicos adquieren su verdadero sentido cuando se ponen “al servicio de las personas, de la solidaridad y del bien común”. En su intervención, se dirigió a los miembros de la Hermandad y a los vecinos del barrio para subrayar que los quioscos reinaugurados “llevaban demasiado tiempo cerrados” y que la iniciativa del Ayuntamiento busca darles “una nueva vida con un uso social que conecte con los valores de la ciudad”.
La cesión administrativa de los locales será gratuita durante 30 años y permitirá poner en marcha un proyecto considerado por el alcalde como “ambicioso, riguroso y absolutamente necesario” para revitalizar la zona, que hasta ahora permanecía sin actividad. Los nuevos espacios albergarán un almacén solidario, un centro de acompañamiento psicológico a familias, aulas de idiomas, espacios de refuerzo escolar y áreas de convivencia vecinal e integración social.
Mucho más que edificios municipales
Sanz subrayó que los locales serán “mucho más” que edificios municipales: atenderán necesidades básicas y ofrecerán un lugar donde se generen “esperanza, oportunidades y futuro”. Además, destacó que el proyecto no supone coste alguno para las arcas públicas, ya que el Ayuntamiento asumirá su puesta en marcha y funcionamiento, demostrando, según él, “compromiso serio, responsable y transparente con Sevilla”.
El alcalde concluyó señalando que “donde antes había persianas bajadas, hoy hay puertas abiertas; donde hubo un proyecto fallido, hoy hay un proyecto de ciudad”. Asimismo, agradeció a la Hermandad del Rocío de la Macarena, a los técnicos municipales y, especialmente, a los vecinos del barrio, a quienes consideró “los verdaderos protagonistas de este espacio que hoy comienza una nueva etapa”.