El aeropuerto de San Pablo, en Sevilla, registró esta tarde un aterrizaje de emergencia de un avión de Ryanair después de que una de las ruedas del tren posterior reventara instantes después del despegue. El comandante detectó la incidencia de inmediato y solicitó permiso para regresar, ante el riesgo que suponía continuar el vuelo con el neumático completamente destrozado.
Fuentes aeronáuticas señalaron que el reventón afectó a la rueda interior del tren trasero izquierdo, lo que obligó a activar un procedimiento de vuelta a tierra. Una vez autorizada la maniobra, el tráfico aéreo de llegada fue desviado y las salidas quedaron suspendidas para garantizar que la aeronave dispusiera de la pista en condiciones óptimas. El aparato permaneció en el aire el tiempo necesario para liberar combustible antes de afrontar la maniobra de aterrizaje.
Pese a la pérdida de una rueda, el avión logró tomar tierra sin daños estructurales, aunque la operación requirió una alta precisión y el aparato se detuvo a escasos metros del final de la pista. Tras la revisión correspondiente y la sustitución del neumático dañado, la aeronave podrá volver a operar una vez cumplidos los protocolos técnicos establecidos.
Varios vuelos desviados
El avión implicado era un Boeing 737-800 con capacidad máxima de 189 pasajeros. Durante las aproximadamente dos horas en las que el aeropuerto permaneció inactivo, entre las 17.00 y las 19.00 horas, varios vuelos tuvieron que ser desviados a otros destinos. Cinco fueron conducidos al aeropuerto de Málaga-Costa del Sol, dos a Jerez de la Frontera y otros dos a Faro.
La reapertura de la pista permitió retomar progresivamente la actividad. Un vuelo de Volotea con destino a Santander fue el primero en despegar, mientras que aeronaves de Euroflyer y Volotea procedentes de Londres y Verona, respectivamente, pudieron finalmente aterrizar en Sevilla.
Las autoridades aeroportuarias informaron de que ni los pasajeros ni la tripulación del vuelo de Ryanair resultaron afectados. El desembarco se desarrolló con normalidad, aunque la fricción provocada por la falta de una rueda generó una densa humareda en el momento de la toma, lo que causó cierta alarma entre quienes presenciaron la maniobra.