El arzobispo de Sevilla pide a las hermandades "nueva imaginación de la caridad" en el inicio del curso cofrade

Monseñor Saiz Meneses inaugura el curso cofrade en Sevilla con una conferencia centrada en los retos tras el Congreso Internacional de Hermandades: evangelización, formación y compromiso social

El arzobispo junto al presidente del Consejo durante la conferencia de apertura del curso cofrade.
03 de octubre de 2025 a las 13:44h

El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, inauguró el curso cofrade con una conferencia titulada “Una audaz renovación de la mirada”. En ella puso el foco en los retos y oportunidades que se abren tras la celebración en la capital hispalense del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, celebrado en diciembre de 2024.

Acompañado por el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías, Francisco Vélez de Luna, y el delegado diocesano, Marcelino Manzano, el arzobispo lanzó una pregunta a los asistentes: “Y después del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular de Sevilla: ¿qué?”. Una reflexión que enmarcó como punto de partida de “una nueva etapa en la historia de nuestras hermandades”.

“Un auténtico acto de evangelización”

Durante su intervención, monseñor Saiz calificó el congreso como “un verdadero don de Dios, un regalo inmenso”, y lo consideró una oportunidad para contemplar la piedad popular como motor de misión evangelizadora. En este sentido, recordó la procesión de clausura, a la que definió como “un auténtico acto de evangelización” que trascendió lo ritual para convertirse en “testimonio público de la presencia de Dios”.

Asistentes a la conferencia del arzobispo en la sede del Consejo de Hermandades.

El arzobispo insistió en que las hermandades son “casas y escuelas de comunión” y que su misión no se limita a lo litúrgico. “Más allá de un desfile religioso o un espectáculo, aquel evento fue una proclamación común del amor y la misericordia de Dios”, señaló.

Caridad, formación y compromiso

Otro de los ejes de la ponencia fue la dimensión social de las hermandades. Saiz Meneses reclamó una “imaginación en la caridad” capaz de unir la ayuda material con la fraternidad y el respeto a la dignidad de las personas. “Las hermandades deben ser espacios donde sus miembros profundicen en la fe y adquieran herramientas para responder con sabiduría y valentía a los retos de la sociedad”, subrayó.

También destacó la importancia de la formación como pilar esencial de la vida cofrade, apuntando a que el observatorio permanente sobre la piedad popular, uno de los frutos del congreso, permitirá mantener un “diálogo constante con la realidad”.

En el plano pastoral, defendió que la piedad popular no es secundaria, sino una expresión “viva y fecunda de la fe del pueblo de Dios”. Recordó que, además de culto, debe traducirse en acciones concretas de amor y servicio que conviertan a las hermandades en “agentes de transformación social”, fomentando valores como la solidaridad y la reconciliación.

En este contexto, invitó a actualizar los tres pilares tradicionales de las reglas cofrades —cultos, formación y caridad—, resaltando dos claves de futuro: la evangelización y la identidad de la hermandad y del cofrade. Según explicó, esto implica “poner en diálogo las tradiciones con la vida contemporánea” para que sus prácticas sean significativas también para quienes están alejados de la fe.

En su conclusión, monseñor Saiz hizo un llamamiento a “vivir atentos al tiempo y al lugar que nos ha tocado vivir” y recordó, citando a san Juan Pablo II, que “es la hora de una nueva imaginación de la caridad”, entendida como un compartir fraterno y no como “limosna humillante”.

Sobre el autor

Kiko Abuín

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