Según su diseñador, el arquitecto sevillano Pablo Millán, esta mesa de altar responde al estilo franciscano, según él; un trajo hecho con mármol, líneas rectas y con alarde estilístico.
Se da la circunstancia de que tras la bendición del templo, cuando llevaba 25 años cerrado, en pocos días se instaló la pieza, que a simple vista y desde una visión inexpertas, choca a la vista mirando el conjunto de la iglesia de Santa Clara, situado en el barrio de San Lorenzo de Sevilla, y que fue fundado en el siglo XV.
Posconcicliar, extraño, chocante son algunos de los epítetos que ha merecido este altar. El estudio de arquitectura señala que viene a ser, según ha explicado, un homenaje al fundador de la Orden de Las Clarisas que, al igual que los franciscanos, fue Francisco de Asís. Sin embargo, la ‘indocumentada’ opinión popular contrasta con la del arzobispo de Sevilla, Saiz Meneses, que ha felicitado al equipo que lo ha creado; cuenta incluso con el explícito respaldo del responsable de Patrimonio de la archidiócesis.
De origen almohade, este templo conventual fue creado en el siglo XV. Entre la larga lista patrimonial que contiene, destacan los retablos que fueron diseñados por Martínez Montañés en 1621 y la imágenes, que son del mismo autor o de su taller. Parte del convento fue cedido al Ayuntamiento a principios del siglo XX y por la falta de vocaciones fue abandonado por la comunidad en el año 1998. La iglesia es propiedad de la Archidiócesis, que una vez rehabilitada y abierta, alternará el culto con la actividad cultural.
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