Aparecen siete vírgenes de barro en hornacinas vacías del centro de Sevilla

Esta acción callejera, promovida por Virgen Cerámica, busca redireccionar las miradas en torno a la fe y el sentir durante esta Semana Santa

Aparecen siete vírgenes de barro en hornacinas vacías del centro de Sevilla. Colocación de virgen en la hornacina. 

Siete vírgenes dolorosas, una por cada día de la semana, se encuentran repartidas por las hornacinas vacías del centro de Sevilla. Estas delicadas imágenes están hechas de barro de diferentes tipos de tierra y aguardan ser vistas durante la Semana Santa de esta mariana ciudad. 

Su aparición no es casual o cosa milagrosa, pues proceden de la tierra trabajada con las manos, de ahí su nombre 'Virgen de Tierra', enmarcadas en un proyecto de la ceramista sevillana Virginia Paz (Virgen Cerámica) sobre la hornacina como "concepto de lugar donde color algo con esencia y adorarlo". La colocación de las vírgenes en estas oquedades ornamentales se realizó durante las noches del miércoles y jueves previos al Viernes de Dolores en una acción callejera colectiva.

La Semana Santa suscita religiosidad, creencia, comunión entre personas e introspección, por eso, las siete vírgenes dolorosas de la tierra invitan a reflexionar en torno a otras posibilidades de sentir la fe o desde dónde sentirla. Como dice su promotora: "Replantearnos el concepto de las vírgenes como algo puro y más valioso".

Colocación de virgen en la hornacina.   CARMEN FARACO
Una de las vírgenes dolorosas colocada en la hornacina.   CARMEN FARACO

La belleza dolorosa conecta con la raíz, con el origen, con la vida. Y la creencia tiene mucho de existencial, de soportar nuestra condición mortal, de lo finito, de un inexorable perecer. Por eso, durante siglos, el ser humano se ha aferrado –y continúa haciéndolo– a deidades, objetos o lugares a los que atribuírles un poder, un porqué o una razón por la que seguir creyendo. Y la hornacina es ese lugar donde colocar aquello que queremos adorar.

Su creadora aborda otra de las acepciones vinculadas al término "vírgen", que atiende, a su vez, al origen de las cosas, a la matriz que genera vida."La virginidad no es un concepto médico, ni científico, no es demostrable. Quién y cómo se decide cuando alguien es virgen o deja de serlo. Ser virgen es una construcción social de control sexual de niñas y mujeres".

Virgen de Tierra es el preludio de un proyecto mayor sobre el que Virginia lleva trabajando tiempo, que constará de una producción de hornacinas de cerámica para colgar en la pared con algún elemento incluido para adorar. 

"Una hornacina no es más que un lugar donde adorar algo que forma parte de ti o algo pequeñito que está dentro de todos nosotros y que si lo encuentras, te acoges a ello para seguir adelante, como un renacimiento", apunta Virginia, que en este caso ha escogido la representación de las dolorosas por su afinidad y entendimiento respecto a ellas. 

 Dolorosas de Virgen Cerámica.