José Antonio Casanueva, abuelo de Marta del Castillo, la joven sevillana desaparecida en 2009, se ha referido al reciente traslado del condenado Miguel Carcaño a la prisión de Málaga-II, en Archidona, tras ser intervenido de una serie de objetos prohibidos en la cárcel de Herrera de la Mancha, donde cumplía su condena. Carcaño fue condenado a 21 años y tres meses de prisión por el asesinato de Marta, cuyo cuerpo aún no ha sido localizado. Casanueva ha calificado el traslado como “raro” y ha expresado su desconfianza hacia la Justicia.
En una entrevista con el programa Despierta Andalucía de Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, el abuelo de la víctima ha señalado que el sistema judicial no comprende el dolor de su familia y ha sugerido la existencia de maniobras ocultas que dificultan la resolución del caso. Ha insistido en que no confía en la Justicia y que percibe que existe una manipulación de los acontecimientos relacionados con el crimen.
A pesar de ello, Casanueva ha afirmado que la familia mantiene la esperanza de que alguno de los implicados revele el paradero del cuerpo de Marta. Ha insistido en que esperan que la conciencia de los responsables los lleve a dar información sobre la ubicación de la joven, aún después de más de una década sin avances en la localización de los restos.
La poca confianza en la justicia
El abuelo también se ha referido a la versión que su yerno transmitió en prisión a Carcaño, en la que este habría señalado que el asesinato fue consecuencia de una pelea entre hermanos y que Marta se interpuso en la disputa. Según Casanueva, los jueces no han dado credibilidad a estas declaraciones, en medio de múltiples versiones ofrecidas por el condenado a lo largo de los años.
Casanueva ha reconocido que la familia ha sufrido un profundo desgaste emocional, pero ha destacado que encuentra fuerzas en el recuerdo de Marta y en el apoyo recibido por parte de la sociedad. Ha subrayado que la atención y los ánimos de personas de toda España les ayudan a continuar la lucha y que la presencia de sus nietas, una de ellas llamada Marta, les proporciona consuelo y motivación para seguir buscando respuestas.
