Durante el dispositivo especial desplegado con motivo de la Feria de Abril, la Guardia Civil ha intervenido más de 250 kilogramos de alimentos que no cumplían con la normativa vigente en materia de seguridad alimentaria. La operación, coordinada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de Sevilla, ha contado con la colaboración de la Policía Local y los servicios veterinarios del Ayuntamiento de Sevilla.
El control se ha centrado en la entrada y distribución de alimentos destinados a casetas y puntos de venta del recinto ferial. Las inspecciones se han realizado en los accesos al recinto, donde se ha verificado el cumplimiento de la normativa alimentaria y sanitaria, como parte de un despliegue preventivo ante el incremento de actividad comercial asociado al evento.
Entre los días 2 y 4 de mayo se llevaron a cabo controles a más de 830 vehículos, lo que se ha saldado con un total de 40 denuncias. De estas, una docena estuvieron relacionadas con deficiencias en productos perecederos, tales como falta de etiquetado, alimentos caducados o mal conservados. Los productos intervenidos incluyen preparados cárnicos, mariscos, congelados y comidas elaboradas en condiciones inadecuadas para el consumo humano.
Además de los controles alimentarios, la Policía Local también formuló varias denuncias por infracciones de tráfico detectadas durante el operativo. En paralelo, el Seprona ha realizado otras inspecciones en la provincia junto a la Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía, en el marco del Plan Anual de Control Integral de Actividades Pesqueras (PACIAP).
Varias actuaciones
En una de estas actuaciones, llevada a cabo la semana pasada en un centro de distribución mayorista de pescado, se intervinieron 132 kilogramos de almeja japónica sin etiquetar y 32 kilogramos de aletas y colas de caella. La falta de trazabilidad de estos productos motivó varias denuncias administrativas por incumplimiento de la normativa sanitaria.
Otra intervención previa tuvo lugar en la localidad sevillana de Pilas, donde se decomisaron más de 800 kilogramos de alimentos destinados también a la feria. En este caso, los productos presentaban graves deficiencias de trazabilidad o estaban en mal estado de conservación, lo que supuso su retirada del canal de distribución.
