Los vecinos de San José de Malcocinado y Los Badalejos, pedanías pertenecientes a Medina Sidonia, pueden volver a beber agua del grifo con tranquilidad. Después de tres días de incertidumbre, el agua de la red vuelve a ser apta para el consumo humano, según ha confirmado la Delegación de Sanidad de la Junta de Andalucía.
El propio alcalde de Medina, José Manuel Ruiz, ha sido el encargado de anunciar la noticia. “Acabo de recibir la llamada de la Delegada de Sanidad de la Junta de Andalucía, Eva Pajares, confirmándome que el agua de la red de Malcocinado y Los Badalejos vuelve a tener todas las garantías sanitarias para el consumo humano”, ha informado en sus redes sociales.
Presencia de un compuesto perjudicial
Durante casi 72 horas, los habitantes de estas dos pedanías tuvieron que lidiar con la falta de agua potable en sus casas. El problema surgió tras detectarse la presencia de cloratos, un compuesto que obligó a advertir a la población de que no podían beber ni cocinar con el agua del grifo. Sin embargo, sí se permitía su uso para duchas, limpieza y otras tareas no relacionadas con la ingesta directa.
La ingesta de clorato puede causar irritación en el aparato digestivo y también provocar dificultades respiratorias o sensación de falta de aire, entre otras afecciones.
Ruiz no quiso dejar pasar la ocasión para agradecer la labor de quienes han trabajado a contrarreloj para solucionar el problema. “Quiero expresar mi agradecimiento a la empresa municipal Medina Global, el Consorcio de Aguas de la Bahía de Cádiz y a la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía, especialmente a su delegada, por el trabajo realizado para devolver la normalidad a nuestros vecinos y vecinas”, expresa.
El regidor había reclamado en los últimos días al Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana que adoptara medidas urgentes para acabar con una situación que estaba generando inquietud en la población. Ahora, con el suministro restablecido, los vecinos respiran aliviados tras un episodio que ha puesto de manifiesto la importancia de contar con un control riguroso sobre la calidad del agua.
