Agentes de la Policía Nacional pertenecientes al grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaria de San Fernando han logrado esclarecer un tipo de estafa que se está cometiendo a través de internet. En este caso se trata de la venta fraudulenta de vehículos de media y alta gama a un precio de venta moderadamente asequible, por parte de una organización criminal asentada en el Levante español y con ámbito de actuación en todo el territorio nacional.
Los delincuentes utilizan a personas con dificultades económicas para que faciliten sus datos a la hora de adquirir el uso de vehículos en alquiler. Dichos sujetos obtienen a través de internet los datos de un vehículo de las mismas características que se anuncie en venta en las páginas correspondientes.
El siguiente paso es contactar con los anunciantes al objeto de que les faciliten los datos que necesitan del vehículo en cuestión, con el pretexto de poder asegurar que dicho anuncio es cierto. Una vez conseguidos esos datos realizan las modificaciones necesarias en la documentación y en el vehículo apropiado indebidamente, con los datos facilitados por la persona que pretende vender su vehículo, al objeto de darle al mismo una nueva “identidad”.
Para llevar a cabo la venta de los vehículos sin levantar las sospechas de los posibles compradores (víctimas), aportan la documentación obtenida de los vendedores reales, preparando de igual manera contratos de compra-venta falsos, siempre a un precio por debajo del valor de mercado para sí asegurarse la rápida venta del mismo.
Una vez la víctima se interesa por el vehículo y facilita sus datos, llevan a cabo la presunta compra-venta, previo pago en efectivo de la cantidad pactada, que resulta ser el montante estafado y para evitar así el rastreo de la misma, por parte de las fuerzas de seguridad.
Tras la entrega del vehículo, dilatan la puesta a nombre del comprador, con distintas excusas, tales como tramites de gestoría, cambio de titularidad en la Jefatura de Tráfico, entre otros. Con este modus operandi no solo se convierte en víctima el comprador del vehículo, el cual, pierde el dinero abonado por la adquisición del mismo, que en el caso esclarecido alcanzaba un montante de casi 14.000 euros, sino que también se convierte en víctima la persona que anuncia de manera real la venta de su turismo, del cual se obtienen los datos para la falsificación.
Tras la intervención del vehículo y la tramitación documental correspondiente, las actuaciones policiales han quedado judicializadas y a la espera de la detención de los responsables de mala fe del hecho detectado.
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