Coto de Bornos se prepara para vivir el 20 de diciembre uno de sus días grandes. A las 16.00 horas, la localidad gaditana volverá a transformarse por completo para dar vida a su Belén Viviente, una representación que no solo presume de ser una de las más antiguas de Andalucía, sino que además implica a prácticamente todo el pueblo. Así lo recordó la organización durante la rueda de prensa celebrada en la Diputación, donde destacaron que este montaje tradicional es, para muchos vecinos, una cita ineludible cada Navidad.
En la presentación participaron el vicepresidente segundo y responsable del Área de Desarrollo a la Ciudadanía, Javier Vidal; el alcalde de Bornos, Hugo Palomares; la delegada de Coto de Bornos, Laura Barrios; y el representante de la entidad organizadora Los Barracones, Antonio Díaz. Todos coincidieron en subrayar la magnitud de un evento que lleva décadas marcando el calendario festivo de la zona.
Vidal celebró que la tradición siga tan arraigada: “en la que se implica un 80% de la población de la localidad”, recordó, destacando además que se trata del Belén Viviente más antiguo de la provincia. El vicepresidente animó a vecinos y visitantes a acercarse a disfrutar no solo de la recreación, sino también del ambiente, la hospitalidad y la gastronomía local.
Un auténtico Belén del siglo I
La teatralización comenzará el día 20 a las 16.00 horas y, tras esa primera puesta en escena, el público podrá recorrer las más de 30 escenas que componen el nacimiento representado. El itinerario culmina con una degustación de dulces típicos y chocolate caliente, un broche muy esperado por quienes cada año se suman a esta experiencia.
Las cifras hablan por sí solas: cerca de 150 figurantes participan directamente en la representación y alrededor de 300 personas trabajan en producción, escenografía, iluminación, atrezzo y otras tareas que permiten que el Coto de Bornos se convierta, por unas horas, en un auténtico Belén del siglo I. Solo el pasado año, la organización estima que unas 2.000 personas disfrutaron del evento.
Antonio Díaz explicó que el origen de esta tradición se remonta a los años 60 y que su esencia continúa intacta. “Hemos intentado adaptarnos a lo que en aquella época había”, señaló, resaltando el cuidado extremo con el que se eliminan objetos, herramientas o vestimentas modernas. Toda la indumentaria y la escenografía “son muy semejantes”, afirmó, destacando la originalidad del montaje y “el esfuerzo de muchísimas personas para hacerlo realidad”. Según Díaz, el objetivo es apelar a los sentimientos y evocar fielmente la tradición de los hechos bíblicos del nacimiento de Cristo.
El alcalde, Hugo Palomares, agradeció el respaldo de la Diputación para mantener viva la iniciativa y extendió una invitación directa a quienes quieran conocerla de primera mano: “Es una buena ocasión para disfrutar del Coto, de su urbanismo, que es muy particular, de su hospitalidad y de su gastronomía”.