Sanlúcar y Arcos, entre los doce municipios de Cádiz que logran rebajar su lista del paro en el último mes

Vista de Sanlúcar. FOTO: Manu García.

La provincia de Cádiz ha sumado en abril 4.482 desempleados más y suma un total de 180.898 personas desocupadas. El mes, el segundo que se ha visto afectado por la paralización casi total de la actividad económica como consecuencia del coronavirus, ha vuelto a ser catastrófico para la creación de empleo. La brutal escalada de paro, que según las previsiones remitidas por el Gobierno a Bruselas rondará un 19% de tasa de paro, contrasta con el comportamiento positivo de otros municipios de los 45 que conforman la provincia gaditana.

La cara positiva son localidades como Sanlúcar y Arcos, que encabezaron el recorte a las listas del paro con 185 y 179 desocupados menos, respectivamente. Si Algeciras (+845), Jerez (+805) y El Puerto (+443) fueron las ciudades con mayor incremento del paro en el pasado mes de abril, un total de doce de los 45 municipios de Cádiz lograron rebajar su lista del desempleo en el último mes. Tras Sanlúcar y Arcos, Benalup (-110 parados), Bornos (-78), Villamartín (-68), Trebujena (-38), Espera (-29), Puerto Serrano (-29), Paterna (-24), Prado del Rey (-24), Medina (-19), El Gastor (-17), y Torre Alháquime (-4).

Curiosamente, muchas de estas poblaciones pertenecen a la comarca de la Sierra de Cádiz y su mano de obra no está tan ligada al sector servicios y a la estacionalidad turística como algunas de las poblaciones más afectadas por el parón casi total de la economía como consecuencia de la pandemia. No es el caso precisamente de Sanlúcar, que en total acumula más de 10.000 desempleados y que es de largo uno de los municipios con mayor tasa de paro de España. En cambio, paradójicamente, en el último mes ha logrado recortar esta cifra en 185 personas.

De hecho, en el último balance provincial relativo al mes de abril, el sector servicios acumula 122.791 desempleados, lo que representa el 68% del total del desempleo gaditano, una de las provincias españolas más afectadas por los efectos sociales y económicos de la pandemia, y una de las provincias que arrastraba mayores lagunas estructurales en materia de empleo tras diferentes procesos de desindustrialización, deslocalización de grandes centros de trabajo como Delphi, y de un catálogo de proyectos públicos fallidos o que nunca han llegado a concretarse.