Nueva vida para Mika, Milagro y 21 animales sin hogar tras cerrar el centro Bahía de Cádiz

Un total de 23 animales que estaban en las instalaciones de Athisa tienen una segunda oportunidad gracias a la implicación de las asociaciones y personas voluntarias

Uno de los animales que tienen una nueva vida en la provincia de Cádiz.
Uno de los animales que tienen una nueva vida en la provincia de Cádiz.
23 de octubre de 2025 a las 10:28h

Residencia digna, protocolo de rescate, colaboración ciudadana, atención veterinaria y adopciones. Esas son las claves del modelo de bienestar animal que el Ayuntamiento de San Fernando ha consolidado en el último año y que ha permitido que 23 animales sin hogar disfruten hoy de una nueva vida.

Todo comenzó con una decisión firme: retirar a los animales del centro Athisa, dependiente de la Mancomunidad Bahía de Cádiz, después de comprobar que las instalaciones no cumplían con las condiciones necesarias para garantizar su mantenimiento, cuidado y atención. A partir de ese momento, el municipio inició un giro hacia un modelo ético y participativo, en el que las adopciones, la colaboración con protectoras y la implicación ciudadana se convirtieron en pilares esenciales.

El resultado de este cambio es palpable. Los animales viven ahora en un entorno adecuado, gestionado por profesionales que priorizan su bienestar. Ya no se trata de un espacio de reclusión, sino de un lugar de respeto, cuidado y segundas oportunidades. Según comparte el Ayuntamiento en una nota, en solo un año se han registrado 23 adopciones, una media de casi dos al mes, un dato que demuestra el éxito de este nuevo enfoque.

Cuando se produjo el desalojo del antiguo centro, fueron trasladados 14 perros y una gata a la nueva residencia municipal. “Fue un momento complicado, pero también el inicio de una nueva etapa en la que quisimos poner a los animales en el centro de la política pública”, recuerda la concejala de Bienestar Animal, María José Foncubierta. La gata fue adoptada a las pocas semanas, y de los canes iniciales permanecen ocho, a los que se han sumado tres perros más y cuatro gatitos jóvenes.

Durante este año, 21 cachorros también han encontrado familia gracias a la cooperación entre protectoras y casas de acogida. “Cada adopción es una historia de esperanza, y detrás de cada una hay un esfuerzo colectivo enorme”, subraya Foncubierta.

Historias con final feliz

Entre los casos más conmovedores está el de Mika, una perrita de ocho años con una pata afectada por un tumor que tuvo que ser amputada. “Si hubiéramos tardado un poco más, la herida habría sido mortal. Hoy Mika corre, juega y espera en una protectora a una familia que la adopte definitivamente. Es un ejemplo de superación”, cuenta la edil.

Otro caso fue el de Milagro, una perra de 11 años atropellada en la CA-33. “Cuando la vimos pensamos que no lo contaría, pero la operación fue un éxito. Su nombre lo dice todo: es literalmente un milagro”, recuerda Foncubierta.

También se recuerda la historia de Linda, una pitbull abandonada y atada a una farola. Gracias a su carácter noble, fue trasladada a Málaga por una protectora colaboradora, donde finalmente fue adoptada. “Hoy Linda vive feliz y nos siguen llegando fotos de su nueva familia. Estas son las imágenes que nos dan fuerzas para seguir”, afirma la concejala.

Otro caso fue el de Luna, hallada cerca de la estación de Renfe. Estaba embarazada y dio a luz a cuatro cachorros, todos adoptados tras los plazos legales. “Luna tenía chip, pero su familia nunca respondió. Tras 40 días de espera se inició el proceso de adopción y hoy todos disfrutan de una vida nueva. Historias como la suya nos recuerdan por qué es tan importante la responsabilidad en la tenencia de animales”, señala Foncubierta.

Un protocolo de respuesta rápida

Todo este trabajo ha sido posible gracias a la implicación de asociaciones como Huellas Urbanas, Garra Felina, Huellas Callejeras, Trizas Adogtame Rompiendo Cadenas y numerosas personas voluntarias. “Estas asociaciones hacen una labor impagable, completamente desinteresada, y merecen todo el reconocimiento. Son el alma de este proyecto”, destaca la concejala.

El Ayuntamiento también ha reforzado un protocolo de respuesta rápida ante casos de extravío o abandono, coordinado entre la Policía Local, veterinarios, el equipo de redes sociales y la Concejalía de Bienestar Animal. Cada vez que se encuentra un animal en la vía pública, se difunde su imagen por Facebook, Instagram, TikTok o WhatsApp para localizar a su familia o conseguirle acogida.

“Las redes sociales se han convertido en una herramienta de rescate. En muchos casos, en menos de 24 horas conseguimos localizar a sus dueños o encontrar casas de acogida”, afirma Foncubierta. Gracias a este sistema, dos animales fueron devueltos a sus familias y cinco de los ocho sin chip hallados en la vía pública ya han sido adoptados.

“Hoy podemos decir con orgullo que ningún animal del municipio tiene que volver a un lugar donde no se le garantice un trato digno. Seguiremos trabajando para que todos tengan la oportunidad de encontrar un hogar y vivir con el cariño que merecen”, concluye la concejala.

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Patricia Merello

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