El Ayuntamiento de San Fernando ha convertido la organización de eventos en una herramienta estratégica de desarrollo económico. Con tan solo un 3% del presupuesto municipal destinado a este ámbito, el gobierno local asegura obtener un retorno que multiplica por cinco cada euro invertido, según los datos presentados por el equipo de gobierno que lidera la alcaldesa Patricia Cavada.
La fórmula, basada en una planificación técnica rigurosa y una oferta de actividades que abarca todo el año, ha transformado la ciudad en un destino receptor de visitantes. “Hace unos años, nuestra ciudadanía se desplazaba a otros municipios para disfrutar de su oferta social y cultural. Hoy, San Fernando ha dado la vuelta a esa situación y se ha convertido en un polo de atracción”, subraya Cavada.
Cada visitante que acude a los eventos organizados por el Ayuntamiento gasta una media de 30 euros en la ciudad, lo que genera un flujo constante de actividad económica, especialmente en sectores como la hostelería, el comercio, el transporte y el alojamiento. A ello se suman las contrataciones vinculadas al montaje, la seguridad, la limpieza o la producción técnica de los espectáculos, buena parte de las cuales recaen en autónomos y pymes locales.
El Ayuntamiento defiende este modelo no solo por su impacto económico, sino también por su capacidad para generar empleo y fortalecer el tejido empresarial local. Como ejemplo del impacto, el festival Bahía Sound logró en 2023 un retorno de más de 18 millones de euros. “No se trata de un gasto superfluo, sino de una inversión con beneficios tangibles y medibles”, recalca Cavada.
Una estrategia transversal
La planificación de los eventos implica a diversas áreas municipales como Cultura, Juventud, Deportes, Urbanismo, Turismo o Fiestas. Para mejorar la eficiencia, el consistorio ha creado una Concejalía de Infraestructura de Eventos, que trabaja de forma transversal con otros departamentos para profesionalizar el desarrollo de las actividades.
“Cuando hay un evento, no queda una mesa libre en el centro”, apuntan desde el sector hostelero. Además, el calendario anual evita la estacionalidad, favoreciendo un flujo sostenido de visitantes y actividad a lo largo de todo el año.
Junto al impacto económico, el gobierno local destaca el retorno social de estos eventos. Celebraciones como la Feria del Carmen o el Carnaval permiten la participación directa de asociaciones vecinales, peñas y colectivos locales, que gestionan casetas o carpas y generan ingresos para su mantenimiento.
La apuesta municipal se basa también en el acceso universal: todos los eventos son gratuitos, abiertos y pensados para públicos diversos. Frente a las críticas que tachan este modelo de excesivo, Cavada defiende que “reducir esta inversión supondría una pérdida de riqueza, empleo y vida en nuestras calles”.
El objetivo, explica la regidora, es consolidar una ciudad “viva, abierta y dinámica”, capaz de fidelizar al visitante y ofrecer oportunidades reales a quienes viven en ella. “Invertir en cultura, deporte y ocio es invertir en futuro”.