La Congregación de los Sagrados Corazones de San Fernando y su grupo de voluntarios han culminado la preparación de un contenedor de 16 metros de largo y 10 metros cúbicos de capacidad que partirá rumbo a Mozambique, cargado con productos de primera necesidad, material escolar, bicicletas, máquinas de coser, maquinaria alimentaria y jabón.
La iniciativa “refleja el compromiso misionero y solidario de la comunidad, busca mejorar la vida de familias y comunidades locales a través de donaciones directas y proyectos de desarrollo sostenible”
Mozambique vive en una guerra continua desde hace ocho años. La ola de violencia en el norte del país causa 22.000 desplazados en una semana, personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares en apenas una semana por una nueva ola de violencia que ha vuelto a azotar la zona.
Esta región es escenario de un conflicto que entra ya en su octavo año y que no muestra visos de solucionarse a corto plazo. Desde 2017, el enfrentamiento armado ha provocado el desplazamiento de sus hogares a más de un millón de personas.
Voluntariado y logística sin intermediarios
El proyecto cuenta con voluntarios y colaboradores que trabajan de manera directa, evitando intermediarios para garantizar que la ayuda llegue íntegra a su destino. La labor incluye un minucioso trabajo logístico, aprovechando al máximo el espacio del contenedor mediante soportes para colgar bicicletas y una organización eficiente de los materiales.
La concejala de Cooperación Internacional de San Fernando, Pepa Pacheco, visitó las instalaciones y destacó el esfuerzo altruista de los participantes, agradeciendo “la labor desinteresada y constante de este colectivo, que lleva esperanza más allá de nuestras fronteras”.
Solidaridad que cruza continentes
Las donaciones se han ido recogiendo durante meses en el antiguo Colegio Virgen del Carmen, donde los materiales se clasifican cuidadosamente antes de su envío. Desde este centro, la Congregación coordina también proyectos humanitarios en Congo y Filipinas, reforzando su presencia en tres continentes.
Además, la iniciativa incluye una campaña de becas educativas para que niñas con escasos recursos puedan continuar sus estudios de secundaria, promoviendo así la igualdad de oportunidades y la educación como motor de desarrollo.
El esfuerzo solidario ha contado con la colaboración de empresas y entidades como Williams & Humbert, Líder Papel y el Ayuntamiento de San Fernando, entre otras. Estas instituciones aportan recursos económicos, materiales y logísticos que facilitan la viabilidad de un proyecto que combina ayuda humanitaria, educación y desarrollo económico local.



