Actor y ‘Balón de Oro’, protagonista de un cortometraje donde se simboliza el valor de la amistad, un carismático isleño narra su propia historia con mucho arte.
Cuando tu mundo es otro puedes imaginar ser lo que quieras. Cuando tienes amigos de verdad, ellos ya se encargarán de hacerlo realidad. Con una sonrisa en los labios y orgullosos de hablar de su amigo, Servando Leira, Andrés Romero e Israel Montero hacen un recorrido por lo que les está ocurriendo tras inventarse una loca aventura: hacer un cortometraje. Una aventura basada en hacer feliz a un amigo, “un dios”, como ellos lo califican que “irradia felicidad a todo el que le rodea”.
Leira es un joven músico, dedicado a la composición, que nunca jamás había tenido contacto con el mundo cinematográfico. “Había escrito un guion para algún videoclip, pero poco más”, relata todavía sorprendido por el boom que ha tenido el proyecto que ha dirigido, que ha guionizado y hasta ha participado como actor. “El sueño de Z9 siempre ha sido el de ser protagonista de una película y el ser condecorado con el Balón de Oro”, ya que su amigo es muy aficionado al fútbol y practicante asiduo de este deporte. Esto último era más difícil de conseguir, con lo cual, bajo el formato de un cortometraje el proyecto de los tres isleños comenzó a germinarse. Comenta Andrés Romero que se iba a grabar con una pequeña cámara, pero hablaron con Diego Villalba –creativo, director y guionista- y “la idea le gustó tanto que decidió participar con nosotros”. Tanto se involucró que en tres días rodaron la película y hasta se puso manos a la obra para editarla.
Todo por Zamorano Z9. La red de contactos y de amistades se extiende entre artistas, creativos, futbolistas, carnavaleros y demás personajes conocidos que hablan de él con simpatía y cariño. El fin de semana pasado, el corto se estrenó en el Palacio de Congresos, llenando dos sesiones y ante un expectación máxima. La policía tuvo que abrir paso para que una limusina de color blanco se parase en la puerta del céntrico edificio del calle Real y de ella bajara el protagonista para caminar por la alfombra roja. Pero ¿quién es Zamorano Z9 y por qué ha tenido tanto éxito su cortometraje?
En la barriada del Olmo de San Fernando, vive Miguel Ángel Mangano Álvarez. Un vecino “muy querido” de 34 años, siendo “un niño en el cuerpo de un adulto”, miembro de una humilde familia. Aunque no tiene diagnosticado ninguna inhabilidad, tiene una desarrollo especial que lo hace ser, en palabras de sus propios amigos, “único”. Único porque sus habilidades sociales las aprovecha al máximo para ganarse el cariño y el respeto. No obstante, “siempre hay alguien que con mala intención intenta aprovecharse de él o simplemente para cachondearse”, denuncia con rabia Romero. “Él se cree todo lo que le dicen, es muy inocente y se asusta con frecuencia”, según Israel que ve como en ocasiones no pueden llegar a protegerlo. Incluso los hay que le “dan trabajo por cinco euros” y eso es lo que queremos evitar con este cortometraje.
Servando es directo. No quiere que nadie piense que se están riendo de él, más bien todo lo contrario, “estamos ayudándolo”. De hecho, en los próximos días se reunirán con el Ayuntamiento para que le den una posible solución en forma de contrato laboral y de alguna manera pueda valerse por sí mismo. “Sus padres no siempre van a estar detrás y él necesita apoyo económico para su día a día”, comenta Israel. “
“Z9 tiene todo el arte”, son muchos los que comparten esta definición, añadiendo sus amigos que “con dos palabras te tira al suelo de la risa”. Por ello, montaron un corto con tintes cómicos, donde una de sus muletillas que suele decir “yo sé cositas”, sería el nombre escogido. Y así, empezaron a tirar de agenda, de conocidos, famosos y profesionales que, sin cobrar un céntimo, se dispusieron a colaborar. Participan futbolistas del Cádiz como David Barral –que es de su mismo barrio- o Brian Oliván; y carnavaleros como Kike Remolino, Juan ‘el Sopa’, Jose ‘el Molina’, Juanma Bocuñano o Juan ‘Ardentía’. “El guion sabía que no podía hacerlo muy cerrado, porque el ingenio aparecía con todos estos personajes”, comenta Servando. Porque hay que retirar que nadie ha puesto la mano para cobrar, más bien todo lo contrario, “los hay que han puesto de su dinero para ayudar, como los comerciantes isleños o Manuel Fajardo y Álvaro Más Cuervas-Mons”. Lo que más le sorprende a ellos mismo es “la cantidad de gente que acudió a la llamada de manera desinteresada”. Puesto que también se suma profesionales como David Gallego, que dirige la música, o compositores como el propio Servando o David de María.
El argumento del corto es sencillo, un chico de barrio que, a pesar de su lesión de rodilla, quiere llegar a obtener el Balón de Oro, mientras se entremezclan las risas y parte de crítica por el negocio del fútbol. ¿Qué consigue al final el Z9? Para el que no lo sepa ya, habrá que esperar a que dentro de poco cuelguen el corto en su página de Facebook. Una página que acumula visitas y seguidores a un ritmo frenético y todo por el carisma de Zamorano Z9.
Los amigos, además de serlo, deben mantener una labor de psicoterapia con él, ya que “se lo cree todo y muchas veces viene con historias como que va a fichar por el Nápoles”. Por un lado le siguen el juego, pero por el otro, para que no llegue a más y se cree una frustración, le van “quitándoselo poco a poco de la cabeza con otras cosas”. “Nosotros nos hemos sentado a hablar con él y contarle la realidad”, resaltan con tristeza pero sostienen que “se viene abajo y no lo acepta”. Suele jugar varias veces al fútbol a la semana y “anota los goles comparándose con Cristiano Ronaldo”, siendo el resultado más favorable para el isleño. Ese mundo de fantasía, le sirve para mantener una alegría constante, aunque también tiene momentos de tensión “cuando la gente lo provoca”. No obstante, reconocen sus amigos que es una persona que tiene mucho saber estar y cuando va a los sitios “no tenemos ningún problema con él”.
Hablando con él, ya se atisba la ilusión que tiene con lo que ha hecho, “estoy muy contento y me gustaría hacer otra película más”, aunque la entrevista se ve interrumpida porque uno de sus hermanos la había quitado la bicicleta. Una bici que se ha podido comprar gracias al dinero recaudado con la proyección de la película y que ahora mismo no le quita ojo.
Durante el estreno fueron muchos los momentos de emoción que vivieron tanto Z9, como familiares y amigos, brotando las lágrimas durante muchos momentos. “Cuando nos vinimos abajo fue cuando en el camerino entró su madre y abrazada a ella le repetía ‘lo he conseguido, lo conseguido’…” Sin duda, una narración que ya de por sí pone los vellos de punta, máxime cuando los tres amigos mantienen todavía los ojos vidriosos al recordarlo.
Con esto no quieren compensación económica alguna, aunque como ellos mismo reconocen, el proyecto se les ha ido de las manos por la repercusión que ha tenido. Ha servido para hacer feliz a Miguel Ángel Mangano y hacerlo viajar de su mundo de fantasía a este. Pero para lo que sin duda ha servido, es para mostrar al mundo el valor de la amistad y la humanidad de los que tiene a su alrededor. Acorde con el afecto que desprende el ya actor isleño y próximo Balón de Oro.