El Sindicato de Bomberos de Cádiz (SBC) solicitan un requerimiento de la inspección provincial de Trabajo y Seguridad Social al Consorcio de Bomberos de Cádiz (CBPC) para que, en el plazo de dos meses, revise las evaluaciones de riesgos, dado que no se identifica el peligro de exposición a los agentes cancerígenos y mutágenos que provienen de las emisiones diésel. El SBC asegura que, tras no quedar conforme con las explicaciones dadas por parte del Inspector Jefe de Prevención de Riesgos Laborales y estando también en desacuerdo con el conformismo de los delegados de Prevención (CCOO), registra en agosto de 2017 una denuncia en la inspección provincial.
La exposición a sustancias cancerígenas de los bomberos durante su trabajo es una materia que está siendo objeto de análisis por las administraciones responsables de los distintos servicios de bomberos en España, tomando como referencia numerosos estudios realizados en EEUU, Canadá y países nórdicos a los que se les están sumando algún estudio reciente en nuestro país, relatan desde el sindicato. Este problema, dado el peligro que entraña para la salud, requiere de soluciones contundentes, ya que tras las intervenciones en incendios, el traje, los guantes, el casco, el equipo de respiración y cualquier otro equipo u herramienta que se use, queda contaminada por sustancias tóxicas y cancerígenas que pueden permanecer durante días emitiendo contaminantes.
Esta situación, insiste el SBC, supone un desafío para las administraciones, que deberán revisar sus evaluaciones de riesgo para establecer nuevos procedimientos de manipulación, almacenamiento, limpieza, descontaminación de equipos, EPI, adaptar las instalaciones, para reducir al máximo la exposición dichos contaminantes. La exposición a los gases de los vehículos de los parques, los cuales contienen sustancias reconocidas como cancerígenas y mutágenas, puede perjudicar la salud de los bomberos, ya que los vehículos se pueden arrancar varias veces al día para las revisiones y salidas a servicios, por lo que hay que establecer una protección colectiva, que se conseguiría con la instalación de sistemas de extracción directa en los escapes de los vehículos.
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