El Programa de Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES), gestionado por el IEDT de la Diputación de Cádiz, ha llegado a su fin dejando un balance claramente positivo. Tras completar su periodo formativo, 52 personas han accedido al mercado laboral, un dato que confirma el impacto real de esta iniciativa orientada a mejorar la empleabilidad de colectivos con especiales dificultades de inserción.
De esas 52 personas que ya trabajan, 28 son mujeres y 24 hombres, lo que supone casi el 34% de las 154 participantes que realizaron prácticas no laborales en centros de trabajo repartidos por 18 municipios de la provincia de Cádiz. Un resultado que consolida al programa como una herramienta eficaz para acercar el empleo a quienes más lo necesitan.
El EPES ha contado con un presupuesto superior a los 440.000 euros y ha sido subvencionado por el Servicio Andaluz de Empleo de la Junta de Andalucía. Está dirigido a personas con discapacidad y a personas en riesgo de exclusión social, que a través de prácticas profesionales han podido adquirir destrezas, competencias y experiencia real en distintos oficios, aumentando así sus opciones de acceso a un puesto de trabajo.
Antes de poner en marcha las prácticas, el IEDT desarrolló una campaña prospectiva para identificar los entornos laborales más adecuados de la provincia. En ese proceso se localizaron 299 empresas, una cifra que posteriormente se depuró hasta seleccionar los centros definitivos. Para regular las experiencias profesionales se firmaron 54 convenios, suscritos por el IEDT de la Diputación, el SAE y las entidades colaboradoras.
Más de 150 prácticas por la provincia
Gracias a estos acuerdos se llevaron a cabo 154 prácticas, de las cuales 82 correspondieron a personas con discapacidad y 72 a participantes en riesgo de exclusión social, procedentes del programa Andalucía Orienta. Los itinerarios se desarrollaron en una amplia variedad de perfiles profesionales, como mozos de almacén, personal de limpieza, empleos administrativos, mantenedores de edificios u operarios en almacenes y mercados de abastos.
Las prácticas tuvieron una duración de tres meses, con 20 horas semanales, distribuidas en cuatro días de cinco horas. Durante este periodo, las personas participantes percibieron una ayuda equivalente al 80% del IPREM. Además, para garantizar un adecuado seguimiento, el IEDT contrató a dos técnicos medios especializados en inserción laboral y acompañamiento del alumnado.
La mayor parte de las experiencias se desarrollaron en Jerez, con 42 participantes, seguida de Cádiz, con 18, y San Fernando, con 15. No obstante, el programa también llegó a otros municipios como Sanlúcar, Bornos, Vejer, Ubrique, Arcos, Barbate, Benalup-Casas Viejas, Chiclana, Conil, El Puerto de Santa María, Espera, Medina, Olvera, Puerto Real y Villamartín, reforzando su alcance provincial y su vocación inclusiva.