Varios municipios contactados por lavozdelsur.es coinciden en lo mismo: la Junta de Andalucía está haciendo la guerra a solas contra el coronavirus y rechaza coordinarse con los ayuntamientos para desinfectar zonas concretas o reforzar las medidas de seguridad. Mientras la Consejería de Salud ha registrado 1.777 casos en solo siete días, a una media de más de 200 casos diarios, siguen sin establecerse canales oficiales para el trabajo conjunto.
Paradójicamente, algo así achacaba el Ejecutivo de Moreno Bonilla al de Pedro Sánchez durante el estado de alarma. Entonces, el presidente del Gobierno se reunía semanalmente por videoconferencia con los dirigentes de las autonomías. Ahora, en el siguiente escalón territorial, los ayuntamientos se enteran de sus casos positivos por la prensa, cuando ésta refleja los datos dados a conocer diariamente a través de un portal de información. En realidad, solo ha habido un contacto oficial con ayuntamientos, una reunión con los de capitales de provincias en Sevilla donde se abordaron algunos asuntos pero que no se ha traducido en la mejora de los canales de comunicación.
Los ayuntamientos explican que se las han apañado para establecer canales extraoficiales con algunos centros de salud, especialmente en el caso de los municipios pequeños. Indagan por su cuenta para enterarse qué resultado han dado las pruebas de tal o cual vecino. Mantienen la oreja, digamos, en las calles, y preguntan en la intimidad para saber cómo evoluciona. Esto provoca un evidente enfado mientras, a la vez, se intenta rechazar el enfrentamiento directo con la Junta. "Al final te enteras porque muchos al final nos conocemos", explican desde un municipio gaditano mediano. "Nos enteramos por la gente de cosas muy graves, pero la Junta no nos dice absolutamente nada", señalan desde otro ayuntamiento.
Por eso, a diferencia de cuando la Junta dio antes los datos de positivos por municipios a un periódico frente a la falta de información, cuando salieron en tromba a lamentar una filtración interesada mientras a ellos se les negaban los datos que pedían, ahora prefieren mantener un política más diplomática, de continuos intentos de comunicación sin caer en la disputa abierta.
Eso sí, en la práctica impide saber cuestiones básicas, puesto que los positivos que se reflejan son de residentes oficiales, pero a menudo, y más en la laboralmente castigada provincia de Cádiz, son de ciudadanos emigrantes que residen en otras localidades. Así ha ocurrido en Puerto Serrano, como explicó su alcalde este lunes. Además, se intenta hablar directamente con las familias para saber si han ocurrido en alguna pedanía, por ejemplo, que en la práctica son núcleos alejados y muy diferenciados.
Los ejemplos en la provincia son múltiples. Por ejemplo, los positivos de la zona residencial de Atlanterra, que se han conocido por canales diferentes a los oficiales, se apuntan a Tarifa. De no haberse sabido que uno de ellos se ha producido allí, Barbate no estaría alerta de la misma forma que lo está gracias a múltiples noticias, toda vez que Atlanterra está mucho más cerca de la barbateña Zahara de los Atunes que del núcleo urbano tarifeño.
Además, hace dos semanas, las autoridades municipales en Jerez y Guadalcacín se pusieron en marcha cuando en el primer brote de la zona se especuló con la celebración de una fiesta en la pedanía. No se sabía, y no se sabe, si todo surgió allí en una celebración. Eso impide la capacidad de reacción para, por ejemplo, afrontar las citadas desinfecciones o facilitar el rastreo de posibles contactos.
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