Los 13 despidos en una subcontrata de Acerinox encienden el clima laboral en el Campo de Gibraltar

El comité de empresa de Phoenix responsabiliza en último término al gigante del acero, al que acusa de firmar acuerdos a la baja

La plantilla de Phoenix, empresa del Campo de Gibraltar que da servicio a Acerinox, en una imagen de archivo.
La plantilla de Phoenix, empresa del Campo de Gibraltar que da servicio a Acerinox, en una imagen de archivo. JOSÉ LUIS TIRADO

Las subcontratas tienen otro nombre hoy en día mucho más señero, industria auxiliar. Pero son empresas que se dedican a realizar servicios específicos dentro de factorías de gran envergadura y suelen suponer una buena parte del empleo generado en una zona de influencia. Por eso, y por las relaciones obvias entre ambas, conectadas por un contrato mercantil, todo lo que pase en estas empresas menores influye, y mucho, en el funcionamiento de las demás.

José Reula es el presidente del comité de empresa de Phoenix, una de esas subcontratas, que trabaja para Acerinox, el gigante del metal en el Campo de Gibraltar. De hecho, su centro de trabajo diario es dentro de las instalaciones de la acerera. Phoenix heredó el contrato de Ditecsa. Se dedica a deshacerse de la escoria, es decir, los restos del metal que no pueden aprovecharse. Es un material delicado, que si no se manipula correctamente y se conduce a vertederos previo tratamiento, puede suponer un problema para el medio y las personas. Y los trabajadores del comité están ahora en pie de guerra porque Phoenix ha presentado un ERE que, según la plantilla, compuesta por más de medio centenar de personas, no sería legal y los 13 despidos no procederían.

"En el fondo, el problema es Acerinox, que saca los contratos con empresas a la baja y al final Phoenix ha recortado en plantilla", explica Reula. Las subcontratas tienen un tratamiento especial en la legislación, no es un servicio simple y llanamente. Porque al cumplimiento de una relación mercantil entre empresas para hacer el trabajo con otra se llama desde convenios y otra legislación a la subrogación de contratos. Es decir, un empleado puede mantener su antigüedad, por ejemplo, además de otros muchos derechos como si su pagador fuese el mismo sea luego una sociedad u otra la que se haga cargo de las tareas. En ese contexto, rechazan que el hecho de haber obtenido un contrato a la baja pueda justificar causas económicas para presentar un ERE.

Miembros de plantilla y comité de Phoenix. FOTO: JOSÉ LUIS TIRADO

Y esa fue una de las causas para esos 13 despidos, explican desde el comité. Reula, de CGT, señala también otra, el despido por causa organizativa. Y la empresa se basaría en que las subrogaciones no son posibles. Buena parte de la plantilla es fija discontinua, con contratos al 50% que se suelen organizar, explica Reula, por periodos de seis meses. "La opción que le hemos dado, como hemos hablado con Inspección de Trabajo, que nos dice que se puede hacer, es que estemos dados de alta todos todo el año a cuatro horas, y que luego, en el calendario interno, pongamos esos periodos de seis meses". El presidente del comité no es uno de los afectados por los despidos, pero sí es uno de los que hace turnos a las puertas de Acerinox.

Este viernes han vuelto a intentar entrar en la fábrica, algo que se les ha denegado. El pasado miércoles intervino la Guardia Civil para que se marcharan, a través de la seguridad de la empresa. Ellos reclaman que ese es su centro de trabajo. Y quieren vigilar que los empleados de Acerinox, los que trabajan directamente para ésta, no hagan su trabajo. "No están preparados", zanja Reula, que opina que eso lesiona el derecho a la huelga. Una gran pancarta les llama esquiroles, a la vez que se ponen en su lugar. "Lo hacen coaccionados, porque solo un sindicato de Acerinox, ATA -no confundir con la asociación de autónomos, que nada tiene que ver-, es el único que estuvo presente y nos ha dado apoyo. El resto, nada. Y no quieren saber nada sobre el tema, ni si los trabajadores de Acerinox están realizando esas labores".

Por su parte, el comité lamenta que "Phoenix tiene el respaldo de Acerinox". Y pide que ambas empresas hagan pública una cláusula del contrato mercantil que les une y que se referiría a esa subrogación, la que les otorga derechos y, aseguran, les daría la razón en el tema del ERE. "Es un derecho que tienen el no hacerlo público salvo que se lo pida la administración o un juez". Eso sí, el futuro próximo que espera sería de juzgados. Porque los despedidos van presentando las demandas ante la jurisdicción de lo social. El conflicto de los empleados de Phoenix es uno de tantos de la industria gaditana, que lleva años de pelea para mantener puestos de trabajo. Este medio ha tratado de ponerse en contacto con Phoenix sin éxito.

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

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