Una búsqueda rápida para una escapada en El Palmar, algo habitual para el verano. Pero lo que no es habitual es encontrar el panorama existente, con tantísimos turistas acudiendo a una zona que está de moda.
La llegada de turistas a Tarifa, sumada a la operación de paso del Estrecho, colapsaron las carreteras el fin de semana, con una petición de la subdelegación del Gobierno para que la gente optase por no ir a las playas que unen la zona del Campo de Gibraltar y La Janda.
Una búsqueda de viviendas turísticas en El Palmar deja bastante claro cuál es la situación en esta playa de la localidad de Vejer, habitual para surfistas y con zonas de ocio donde es habitual ver gente de todo el mundo y de todo el país.
Así, la media por noche está en 300 euros al buscar una vivienda independiente para dos personas en el famoso portal Airbnb. Algunas de estas casas se encuentran en terrenos con casas pequeñas preconstruidas, que comparten parcela con otras similares. Eso lo hace un poco más llevadero para el bolsillo.
A falta de pisos en la zona, hay pocas alternativas. O bien las citadas casas preconstruidas o bien pequeños chalets de una o dos habitaciones, lo que sí permitiría que una familia con niños o dos parejas pudieran compartir la casa. Por cinco noches, unos 1.500 euros.
Una vivienda que ronda esos 300 euros, sería una finca cerrada, con una casa construida, con aire acondicionado en alguna estancia y una pequeña piscina desmontable. Para cinco noches, serían 1.800 euros.
Otra de las claves es la falta de propuestas. Para ir en cualquier día de la semana por un periodo de cinco noches, apenas quedan 20 ofertas en todo el mes. Nada de buscar los últimos días de agosto.
Si se opta por un chalet verdaderamente amplio, con todas las comodidades, el precio se va hasta los 500 euros por noche, algo nada asequible, ya que para un periodo de cinco noches supera ampliamente los 2.000 euros.
Estos precios para estancias de poco tiempo se parecen más a los que hasta ahora eran los de alquiler de vivienda vacacional por quincenas. Las alternativas pasan ya por un alojamiento en una zona más lejana y, si se dispone de coche, hacer cada día la ruta hacia la playa.
Y todo, con el inconveniente de los atascos, con puntos negros como el cruce de Tres Caminos, una verdadera lotería donde la gran cantidad de tráfico provoca que cada cierto tiempo, se produzcan pequeños golpes entre coches que retrasan mucho más la circulación.