Leroy Merlín tendrá que indemnizar a una clienta de Cádiz por una mampara rota

Un juzgado de Cádiz condena a Leroy Merlín a devolver 666 euros por una mampara que estalló a los seis meses

29 de septiembre de 2025 a las 18:41h
Leroy Merlin en Jerez, en una imagen de archivo.
Leroy Merlin en Jerez, en una imagen de archivo.

El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Cádiz ha condenado a Leroy Merlín a devolver los 666 euros que una clienta abonó por la compra e instalación de una mampara de ducha que colapsó y se rompió apenas seis meses después de su colocación.

La afectada, María G., vecina de Cádiz, había adquirido el producto en junio de 2023, pagando tanto la mampara como la instalación realizada por operarios de la compañía. En enero de 2024, tras regresar de unos días de vacaciones, se encontró con que la estructura había estallado por sí sola, cubriendo el baño de cristales rotos.

Ante lo sucedido, María acudió a la tienda para reclamar en virtud de la garantía legal del producto, ya que todo apuntaba a un defecto de fabricación o a un fallo en la instalación. Sin embargo, Leroy Merlín rechazó su reclamación y responsabilizó directamente a la usuaria.

Negativa de Leroy Merlín

La compañía aseguró que la rotura se debía a un supuesto mal mantenimiento y manipulación, por lo que no estaría cubierta por la garantía. Tras insistir, la empresa volvió a escudarse en que el cristal podía haber sufrido un golpe previo que generó “microrroturas” y que, con el llamado “efecto memoria”, acabó estallando meses después.

Ante la falta de respuesta, María decidió asociarse a Facua Cádiz, cuyo equipo jurídico reclamó formalmente a Leroy Merlín el reembolso de los 666 euros. La empresa se mantuvo en su postura y se negó a asumir responsabilidad alguna.

La justicia da la razón a la consumidora

La organziación de consumidores llevó el caso a los tribunales y el magistrado José Gálvez Jiménez ha fallado a favor de la clienta. En la sentencia, señala que “la mampara no puede catalogarse como producto conforme, pues no resulta congruente con su finalidad y prevista durabilidad que la misma estalle a los pocos meses de su instalación”.

El juez también cuestiona la defensa de la empresa: “se dice que la mampara pudo romperse por una pequeña grieta o fisura y materializarse al cabo del tiempo por el efecto memoria del cristal, pero dicho evento bien pudo ocurrir en el proceso de instalación por los empleados de la entidad”.

Por todo ello, la sentencia condena a Leroy Merlín a reembolsar a María los 666 euros, más los intereses legales correspondientes, por incumplir con la garantía de un producto defectuoso. Facua considera que este fallo "refuerza los derechos de los consumidores en casos similares" y subraya la importancia de hacer valer la garantía legal frente a la negativa de grandes compañías a asumir defectos en sus productos.

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Kiko Abuín

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