“El estudio registra que hubo un movimiento en la zona en la década de los 50, se hizo una plantación y los terrenos se retuvieron, pero, al parecer, no existe una canalización correcta por donde antiguamente corrían los arroyos: las aguas no tienen un paso apropiado por el que circular”, ha señalado Pilar García.
El análisis concluye que la solución pasaría por un proyecto de obras de un millón de euros que contemplara la construcción de dos líneas de pilotes para retener el terreno, establecer una serie de pozos de drenaje y reconducir el agua por un canal. No obstante, no se contempla esta opción ya que el presupuesto total del ayuntamiento de El Bosque para todo el año es de 1.900.000 euros.
La alcaldesa ha insistido en que estas obras deben ejecutarse porque, aunque siempre les han comunicado la inexistencia de riesgo para las viviendas de la zona, la evolución del terreno suscita lo contrario. "Nos plantean un plazo de diciembre a enero para realojar”, ha añadido García, que teme por la multiplicación de ese millón de euros si llega el momento del realojamiento. La calle Sevilla es la más afectada de las dos zonas ya que presenta grietas y socavones en el suelo, sin embargo, es en la Barriada de la Feria donde se encuentra un mayor número de viviendas con problemas detectados.La Plataforma de Vecinos afectados de la calle Sevilla lleva en torno a un año buscando la solución a este problema. Ayer celebraron una asamblea para establecer qué medidas van a tomar en las próximas semanas, entre ellas, posibles movilizaciones y concentraciones a lo largo del mes.
“Nosotros les vamos dando parte de cada movimiento. Los vecinos vienen al ayuntamiento y terminan viendo que al final somos la hermana pobre del cuento, pero aun así cuesta trabajo explicar cómo funcionan las competencias, la lentitud burocrática. Además, con la mala suerte de que, para darle visibilidad al tema, el mes de agosto es un mes en el que todo está parado”, ha expresado la alcaldesa bosqueña.
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