La AMPA del CEIP Fernández Pozar de Conil lamenta que el centro arrastre un déficit de 6.300 euros generados por la anterior dirección y critica el "fallo en la vigilancia e inspección" de Educación.
Casi 6.300 euros. Esa es la deuda que arrastra el CEIP Francisco Fernández Pozar de Conil desde hace unos años. ¿El motivo? La mala gestión del anterior equipo directivo del centro. La cantidad era mayor, de hecho rozaba los 14.000 euros, pero la delegación territorial de Educación abonó 4.700 euros, con la anterior delegada en el cargo, Cristina Saucedo, lo que redujo la carga del colegio, que aún hoy arrastra las consecuencias. “Hay cosas muy oscuras”, señala la presidenta de la AMPA, Lucía Narváez, quien asegura que esta es ya una “cuestión de dignidad”, ya que Educación apunta ahora que no se hace cargo de la deuda.
La historia empieza en 2013, cuando se produce un cambio en la dirección del Fernández Pozar. Con la entrada de la nueva directora se fueron descubriendo los pufos dejados por su predecesor. Es durante un consejo escolar extraordinario cuando se informa a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos de la situación financiera del centro: presenta una deuda de 10.500 euros —posteriormente aumentó la cifra tras seguir realizando indagaciones—. El colegio tiene un presupuesto anual que ronda los 11.000 euros, es decir, que debía lo mismo que tenía que destinar al funcionamiento de un curso entero. El anterior equipo directivo “falseó las cuentas”, critican desde la AMPA, y presentó un debe de 2.838,83 euros.
La directora, ajena a las trampas que tenía el centro, comenzó el curso realizando pedidos a proveedores y comprando el material necesario para el funcionamiento del colegio. O, por lo menos, lo intentó, porque se dio de bruces con la realidad. Las empresas no querían suministrar al CEIP y reclamaban facturas impagadas. “Fueron unos meses muy duros”, señala Lucía Narváez, que relata que tuvieron que ser los propios padres quienes aportaran toallitas, servilletas o papel higiénico, e incluso los profesores sus propios bolígrafos. “No es justo que esta mala gestión la tengan que pagar los niños y los profesores”, se queja la presidenta de la AMPA.
El colegio cuenta con comedor escolar, de cuya gestión también tienen dudas. “Había sitio para 50 niños, que estaban aprobados por la Junta, y ellos metían 70 y vendían el menú”, señalan fuentes cercanas al centro. Además, indican que había familias de la anterior dirección trabajando en el comedor. Por eso los padres y madres del colegio Fernández Pozar llevan años movilizándose. Educación ahora se niega a asumir una deuda que cree que debe saldar el centro, que según la delegación tiene 10.000 euros de superávit. “Tenía dinero suficiente para hacer frente a la citada deuda de manera progresiva, sin obstaculizar el normal funcionamiento del centro educativo”, asegura Juan Luis Belizón, delegado territorial de Educación en Cádiz. La AMPA asegura que es “mentira” y que apenas tienen 1.400 euros de remanente para asumir los gastos corrientes del curso hasta que reciben los ingresos del curso en marcha —hacia el mes de enero—.
Los 6.300 euros que arrastra el centro los puede abonar en dos o tres años reduciendo el 20% la cantidad que percibe cada curso, indican desde la AMPA, que critica los recortes en material didáctico a los que están teniendo que hacer frente para saldarla. “Este problema lo han ocasionado trabajadores de la Junta, por lo que la administración tiene que hacerse responsable”, indica la asociación, que critica el “fallo en la vigilancia e inspección de lo que sucedía”.
El asunto también ha pasado por el pleno de Diputación donde, a propuesta de IU y Por Cádiz Sí Se Puede, todos los grupos apoyaron una iniciativa que pasa por instar a la Junta de Andalucía a que se haga cargo de la deuda. Antonio Alba, diputado provincial de Izquierda Unida, apuntaba que “encerrarse en discrepancias administrativas sólo tiene como perjudicados a los niños que cursan sus estudios en el Fernández Pozar de Conil, ajenos a todo este problema y a los que se debería facilitar una educación tranquila y con recursos”. La AMPA se encuentra ahora a la espera de tener una cita con el delegado territorial de Educación.
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