El Consistorio gaditano aprueba, con los votos favorables de Por Cádiz Sí Se Puede, PP, PSOE y Ciudadanos, y la abstención de Ganar Cádiz, la concesión del galardón a la patrona de la ciudad.
El Ayuntamiento de Cádiz, con el apoyo de Por Cádiz Sí Se Puede, PP, PSOE y Ciudadanos, y la abstención de Ganar Cádiz, aprueba conceder la Medalla de Oro a la Virgen del Rosario. La comisión de honores y distinciones del Consistorio gaditano saca adelante esta petición amparada en la solicitud de un buen número de ciudadanos —han llegado más de 6.000 firmas de particulares, asociaciones de vecinos, entidades ciudadanas, colegios profesionales, hermandades y cofradías— para que se condecore a la patrona de la ciudad en el 150 aniversario de su nombramiento como tal.
Llama la atención el apoyo de Por Cádiz Sí Se Puede, la marca con la que Podemos concurrió a las municipales en Cádiz, y que capitanea el alcalde José María González Kichi, que sin embargo se encuentra con la oposición de su socio de gobierno, Ganar Cádiz en Común, que sostiene que "al margen de las creencias religiosas de cada uno, las cuales respetamos profundamente, el reglamento dice que solo se le puede otorgar la Medalla de Oro a personas físicas o jurídicas, y no a imágenes o figuras".
La formación asegura que "es evidente que este reglamento se ha, llamémosle interpretado, en numerosas ocasiones pues ya tienen esta distinción la Virgen de La Palma, la Virgen de la Soledad del Santo Entierro, la Virgen del Carmen , Nuestra Señora de los Dolores de Servitas y el Nazareno. Pero ello no quiere decir que sea lógico ni coherente, pues entendemos que este galardón debería reconocer la labor encomiable de personas o colectivos de la ciudad con méritos más que suficientes y demostrables para recibir tal honor como se ha demostrado en tantísimas ocasiones".
Ganar Cádiz en Común, con su abstención, es el único grupo que no apoya la concesión de la Medalla de Oro a la Virgen del Rosario: "Mantenemos nuestro compromiso con la laicidad, desde el respeto a las creencias particulares, pero desde una posición coherente con lo definido en nuestro programa. De esta forma, centrándonos en este caso concreto, no podemos apoyar una distinción que emana del Ayuntamiento de Cádiz como institución pública hacia una figura religiosa".