La Guardia Civil de Cádiz llevó a cabo el pasado 30 de abril un registro en una nave industrial situada en el centro de Villamartín, dedicada a la venta de escayolas para la construcción y acabados. Durante la inspección, se descubrió una nave anexa con acceso camuflado entre materiales de construcción, donde se localizó una importante plantación de marihuana.
La operación se desarrolló tras una investigación iniciada por el Grupo de Investigación de Villamartín, que detectó indicios sobre la posible existencia de un cultivo ilegal de cannabis en el interior de la nave. A pesar de estar situada en una zona transitada y operar en horario comercial, la plantación no había sido detectada previamente debido a los esfuerzos para disimular su presencia y controlar el olor.
El registro, efectuado con mandamiento judicial, confirmó la existencia de varias estancias en el espacio anexo, donde se encontraron 861 plantas de marihuana en fase de floración y 30 kilos de cogollos secos, con un peso total de 285 kilos. La infraestructura para el cultivo estaba conectada de manera ilícita a la red eléctrica del alumbrado público.
Alrededor de 19.000 euros defraudados
La instalación contaba con una compleja dotación técnica, incluyendo 39 pantallas halógenas, ocho aires acondicionados, 39 transformadores eléctricos, 23 ventiladores, filtros de carbono, cuatro cuadros eléctricos, depósitos de agua y garrafas de fertilizantes para las plantas. Todo el equipamiento estaba orientado al mantenimiento de la plantación.
Durante el registro también se incautaron diversas sustancias estupefacientes: 14 dosis de MDMA, seis de ketamina, 29 de éxtasis y seis botes con una sustancia líquida no especificada. Además, se encontraron un revólver simulado y una carabina de aire comprimido.
Dos hermanos que ejercían como responsables de la vigilancia y cuidado del cultivo fueron detenidos. Ambos quedaron a disposición del Juzgado de Guardia de Arcos de la Frontera, que decretó su ingreso en prisión por delitos relacionados con el tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico. Esta operación refuerza la lucha contra el cultivo ilegal de cannabis y la delincuencia asociada en la comarca.


