El nuevo intercambiador de transportes de El Puerto comenzará a funcionar el próximo lunes 18 de agosto, después de más de dos meses desde que se inauguraron oficialmente las obras a finales de mayo. El Consorcio Metropolitano de Transportes Bahía de Cádiz ha confirmado que a partir de esa fecha varias líneas interurbanas modificarán su recorrido para adaptarse a la nueva infraestructura.
Las líneas M-250, M-251, M-260, M-902 y M-904 son las que trasladarán su parada a este espacio junto a la estación de ferrocarril, ubicada entre el antiguo Monasterio de la Victoria y las vías del tren. El resto de las rutas metropolitanas seguirán con sus paradas habituales en el municipio, sin cambios en sus recorridos.
Este nuevo intercambiador llega tras más de tres décadas de espera en la ciudad. Se trata de una infraestructura moderna que busca centralizar todo el transporte público y facilitar la intermodalidad, permitiendo que los viajeros puedan conectar fácilmente entre autobuses, trenes, bicicletas, taxis o incluso vehículos eléctricos y patinetes.
El proyecto ha supuesto una inversión de un millón de euros, cofinanciada con fondos europeos Feder y ejecutada por la Junta de Andalucía sobre una parcela de titularidad municipal. Su ubicación estratégica, junto a la estación de tren, lo convierte en un enclave clave para la movilidad en la Bahía de Cádiz.
Una infraestructura que parecía abandonada
El intercambiador ocupa una superficie de 3.985 metros cuadrados y cuenta con cuatro dársenas cubiertas. Además, dispone de un recinto cerrado con servicios básicos y una zona de espera para los usuarios, buscando ofrecer mayor comodidad y seguridad frente a las antiguas paradas dispersas por la ciudad.
La apertura de este espacio se enmarca dentro de un plan más amplio de transformación del entorno del Monasterio de la Victoria, con el objetivo de revalorizar este patrimonio histórico y crear un nuevo punto de convivencia en la ciudad. La integración de transporte y urbanismo aspira a cambiar la imagen de esta zona clave de El Puerto.
Sin embargo, pese a estar inaugurado desde mayo, el intercambiador ha estado cerrado y abandonado durante semanas. Durante ese tiempo, el lugar llegó a ser utilizado como refugio improvisado por personas sin hogar y también acumuló basura, lo que generó críticas vecinales y la sensación de que una inversión tan esperada se había desperdiciado.