La Prioral de El Puerto camina hacia su restauración: estrena nuevo altar mayor y huesos de santos

La Basílica de Nuestra Señora de los Milagros luce este elemento fijo realizado en piedra que sustituye al de madera de carácter móvil en su proceso de restauración

Bendición del nuevo altar mayor de la Basílica de El Puerto.
Bendición del nuevo altar mayor de la Basílica de El Puerto.

La comunidad religiosa lleva meses recaudando fondos mediante eventos benéficos con el objetivo de someter a la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros en El Puerto a una profunda restauración.  El presupuesto para las obras del exterior es de 1,5 millones de euros, pero también contemplan arreglos en el interior. Uno de los pasos visibles es la instalación de un nuevo altar mayor que La Prioral, como se le conoce.

El obispo de la diócesis de Asidonia – Jerez, monseñor José Rico Pavés, ha bendecido este elemento realizado en piedra (en concreto, mármol tallado) y de carácter fijo, como corresponde a un templo del rango concedido a la iglesia portuense. El nuevo altar sustituye al anterior, de madera y de carácter móvil, con las mismas medidas.

El acto contó con la presencia de los tenientes de alcalde de Gran Ciudad, Javier Bello, y Medio Ambiente, Millán Alegre, así como del concejal de Cultura, Enrique Iglesias, que testimoniaron la felicitación del equipo de Gobierno de Germán Beardo por el citado acto religioso, felicitación que extienden a toda la comunidad cristiana, encabezada por el párroco Antonio Sebastián Sabido.

La bendición se produjo siguiendo el rito previsto para estos casos, de manera que, al inicio de la celebración eucarística, no había objetos en torno al altar, procediéndose después a cantar letanías y a que el obispo ungiera toda la mesa con el santo crisma, colocándose un pebetero con incienso, revistiéndose el altar, ubicando sobre él los candeleros, todo ello con oraciones específicas, y besando el obispo la mesa cuando iba a presentar la ofrenda.

Además, en el transcurso de la ceremonia amenizada por la Agrupación Coral Portuense, el obispo introdujo sendas reliquias de los dos copatronos de la ciudad, San Francisco Javier y San Sebastián, consistentes en un trocito de hueso de cada uno de los santos, en una urna sita bajo el altar, que quedó sellada. 

El obispo indicó que la bendición de este altar, convertía la jornada, que coincidió con el Día de la Iglesia Diocesana, en una especialmente señalada para este templo histórico. 

La comunidad continúa recaudando fondos dado el lamentable estado de conservación en el que se encuentra el edificio. En septiembre de este año ya se contaba con el primer proyecto de obras para la rehabilitación de los huecos de las capillas que dan a la Plaza de España y a la calle San Sebastián.

Sobre el autor:

Patricia Merello Guzmán

P. Merello

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