La histórica compañía Osborne, propietaria desde El Puerto de marcas como Cinco Jotas, la ginebra Nordés o el brandy Veterano, ha cerrado el ejercicio 2024 con un beneficio neto de 16,1 millones de euros, un 0,6% más que el año anterior, y unas ventas netas de 251 millones, lo que representa un crecimiento del 1,2%.
La empresa ha asegurado en un comunicado que con estos resultados ha cumplido los objetivos de crecimiento marcados para el ciclo 2021-2024, tras el fuerte impacto económico sufrido durante la pandemia. Sin embargo, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se redujo un 3,6%, situándose en 37,6 millones.
Más ventas, pero en un entorno adverso
"Estos resultados consolidan los ya logrados en 2023", ha señalado Osborne, que destaca un aumento del 19% en las ventas desde 2021, pese a un 2024 marcado por un entorno que califican como "especialmente complejo". La compañía cita factores como la inestabilidad geopolítica a nivel global, la debilidad del consumo en sus principales mercados, y la tendencia estructural hacia un menor consumo de alcohol, agravada por el crecimiento "agresivo de las marcas de la distribución".
En este contexto, la empresa defiende que ha superado los principales retos establecidos en sus cuatro pilares estratégicos. Entre ellos, ha destacado el desarrollo de su portafolio de marcas, con un incremento de cuota de mercado en territorios clave, el liderazgo consolidado de Cinco Jotas, el crecimiento global de Nordés y el rejuvenecimiento de Veterano, especialmente en Alemania.
Osborne también ha señalado avances en innovación, con proyectos que ya han llegado al mercado y que continuarán desplegándose dentro del Plan Estratégico 2025-2027. Además, ha mantenido su actividad como desarrolladora de marcas de terceros tanto en España como en Brasil.
Internacionalización al alza
A pesar de la crisis de consumo en China y Alemania, sus dos principales mercados exteriores, la compañía afirma haber reforzado su actividad internacional. En 2024, el 36% de la facturación de sus marcas propias procedió de exportaciones, frente al 31% registrado en 2019, lo que califica como una clara prueba del éxito de su estrategia internacional.
La empresa también ha realizado importantes inversiones en sus principales plantas de producción con el objetivo de mejorar la eficiencia y el servicio al cliente. Esto, aseguran, refuerza su compromiso con la transformación continua del negocio.
Finalmente, la firma ha reafirmado su apuesta por el fortalecimiento de su marca corporativa, que considera el eje central de su cultura y valores. Su presidenta, Sofía Osborne, ha calificado 2024 como “un año difícil”, aunque ha destacado que la compañía ha logrado “mantener su velocidad de crucero” y consolidar resultados con un balance sólido.
"Como compañía de 253 años de historia, mantenemos siempre la mirada fija en el largo plazo", ha afirmado Osborne, para concluir: "Seguiremos apostando por la inversión, la innovación y la transformación, asumiendo con naturalidad la incertidumbre del futuro".
