Una intervención urgente de la Policía Local de El Puerto ha sido decisiva para salvar la vida de un bebé que se encontraba inconsciente en plena vía pública. Los hechos ocurrieron cuando dos agentes, durante un servicio rutinario, fueron testigos de una escena que rápidamente identificaron como una emergencia sanitaria.
Mientras patrullaban por una zona de la ciudad, los agentes observaron a una mujer corriendo por la calle, visiblemente alterada y con un bebé en brazos. La mujer gritaba desesperadamente, lo que alertó a los policías de que algo grave estaba ocurriendo. De inmediato, dieron la vuelta con el vehículo oficial para acercarse y prestar auxilio.
Al llegar hasta la madre, constataron la gravedad de la situación: el bebé estaba inconsciente y, aparentemente, en parada cardiorrespiratoria. Ante la urgencia del momento, los agentes decidieron actuar sin perder un segundo. Subieron al menor al coche patrulla para intentar trasladarlo cuanto antes a un centro sanitario.
Aunque no han trascendido detalles clínicos específicos, fuentes próximas al caso señalan que la intervención de los agentes fue determinante para que el menor llegase con signos vitales al centro médico, donde fue atendido de urgencia por el personal sanitario.
El papel fundamental de los policías
El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María ha destacado la actuación de los policías implicados, a quienes ha felicitado por su temple, rapidez y profesionalidad en una situación límite. También ha subrayado la importancia de contar con agentes formados en primeros auxilios, capaces de intervenir con eficacia en emergencias sanitarias.
Vecinos de la zona han elogiado la respuesta de la Policía Local, resaltando su cercanía y compromiso con la ciudadanía. Varios testigos aseguran que la escena fue angustiosa y que la intervención inmediata fue esencial para el desenlace positivo del suceso.
Este nuevo episodio pone de relieve el papel fundamental que desempeñan los cuerpos de seguridad en situaciones de riesgo vital. La rápida capacidad de reacción y la preparación de los agentes, una vez más, han marcado la diferencia.



