El tiempo pasa y la vegetación avanza. Así lo denuncia la Asociación Betilo en El Puerto, que ha dado la voz de alarma sobre el preocupante estado del Monasterio de la Victoria, un edificio emblemático cuya estructura histórica se está viendo amenazada por la proliferación incontrolada de plantas y árboles. El deterioro, aseguran, se agrava por la falta total de mantenimiento desde hace casi dos décadas.
La asociación recuerda que el patrimonio arquitectónico no es solo un vestigio del pasado, sino también una responsabilidad presente. “La arquitectura histórica es un testimonio tangible de las culturas y sociedades pasadas, y su conservación y restauración es fundamental para preservar nuestra historia y patrimonio”, destacan.
Según denuncia Betilo, no existe ningún tipo de mantenimiento preventivo en el monasterio. Y eso está permitiendo que diversas especies vegetales echen raíces en zonas críticas del edificio.
"Ejemplo de ello son unas crecientes palmeras que están brotando en la portada y en una cornisa de la torre, un olivo y varias higueras en las arquivoltas, lo cual parece un incipiente crecimiento de un jardín botánico con consecuencias fatales para el edificio", expone la asociación.
El crecimiento de estas especies no es un simple problema estético. "Las raíces de plantas y árboles pueden penetrar en las grietas y fisuras de los edificios, causando daños a la estructura. Se adaptan sorprendentemente bien en lugares donde parecería imposible que la vida florezca, acentuado en este monasterio por su cercanía al Guadalete que le aporta más humedad", advierten.
Reclaman una conservación preventiva
Betilo insiste en que la solución pasa por una conservación preventiva eficaz, empezando por la retirada de la vegetación no deseada y el mantenimiento adecuado de las cubiertas. Solo así se podrá frenar el deterioro de este edificio declarado Bien de Interés Cultural (BIC), cuya construcción, durante la época de los Duques de Medinaceli, simboliza una fusión única de estilos góticos y renacentistas.
La situación no es nueva. La asociación recuerda que desde 2006 no se han realizado tareas de mantenimiento, y que en 2023 se barajó un proyecto de rehabilitación que quedó en nada. Dicho plan pretendía destinar el monasterio a un uso turístico y cultural mediante una intervención sostenible, pero critican que la falta de acción institucional ha dejado todo en papel mojado.
La asociación recuerda que "las tareas de prevención y conservación son indispensables para la salvaguarda del patrimonio cultural", y que sin ellas, la historia de El Puerto podría perder uno de sus símbolos más valiosos.