El grupo cristiano de reflexión-acción de la Diócesis de Cádiz-Ceuta lleva pidiendo la puesta en marcha de esta medida desde hace años.
El grupo cristiano de reflexión-acción de la Diócesis de Cádiz-Ceuta —formado por militantes de diversas organizaciones como HOAC, Justicia y Paz, Comunidades Cristinas Populares, Comunidades laicas marianistas y Comité Óscar Romero de Cádiz— comunica que el Obispado se niega a ceder sus pisos y edificios vacíos, como el del seminario, a personas sin hogar, inmigrantes, refugiados o desahuciados, como le vienen le vienen reclamando desde julio del año pasado. “En la línea que viene marcando el papa Francisco, le sugeríamos que adoptara gestos concretos como la cesión de pisos vacíos, que en todo o en parte, pudieran ponerse al servicio de las personas sin techo que duermen en la calle o que están amenazadas de desahucios” recoge el comunicado remitido por este grupo cristiano.
“La Iglesia de Cádiz no puede ser insensible a este sufrimiento y puede hacer más de lo que hace, aseguran desde esta organización, que añade: “Creemos que la Iglesia de Cádiz debería tener gestos concretos en la línea que viene marcando Francisco quien le dijo al clero italiano que abandone las propiedades materiales no dedicadas al culto y que mantengan solo aquellas que puedan servir para la experiencia de fe y caridad del pueblo de Dios”.
Desde el grupo cristiano de reflexión-acción de la Diócesis de Cádiz-Ceuta aseguran que el Obispado tiene varios pisos vacíos en San Rafael-Fragela y tres pisos en la calle Ortiz de Echagüe, en Loreto y seguramente algunos más. “Debemos recordar que este tema no es un asunto nuevo que nosotros ahora afrontemos, sino que lleva pendiente desde el sínodo diocesano que se celebró en Cádiz en el año 2000 y en el que se presentó una propuesta sinodal con respecto al tema de los sin techo”, recoge la agrupación.
“Conocemos el caso de una madre de familia que, con dos hijos, se encuentra en la calle sin saber a dónde ir. Vemos cada mes en los plenos cómo grupos de madres acuden buscando solución a su problema de vivienda. En Cádiz hay un desahucio cada cinco días, más de 70 al año. Son casos verdaderamente angustiosos que estamos presenciando con frecuencia. Vemos a las personas sin techo durmiendo en la calle, con lluvia, viento o frío. Varios han muerto ya en las calles”, apuntan en el comunicado. “Jesús nació pobre, murió pobre y a sus discípulos les dijo que vivieran con austeridad y sencillez. La Iglesia hoy tiene muchas riquezas y bienes y debe ponerlos al servicio de los que no tienen nada”, apuntan.
Podemos es el primer grupo que se ha pronunciado al respecto y asegura “no comprender esta cerrazón del Obispado", que consideran "contraria a la sensibilidad social que promulgan". Así lo hace saber la portavoz de esta formación, Laura Mingorance, que asegura que “la Iglesia disfruta de una serie de privilegios como estar exenta del pago del IBI y a cambio debería ser responsable con los problemas de la sociedad en la que está inmersa”.
“Como mínimo la Iglesia debería sacar esas viviendas a alquiler”, asegura Mingorance que invita al Obispado a sumarse al programa de Alquiler Justo del Ayuntamiento de Cádiz que “sirve para que los propietarios de viviendas vacías cedan, de forma temporal, el uso de sus viviendas para destinarlas al alquiler a familias gaditanas golpeadas por la crisis, ofreciéndoles ayudas para la rehabilitación de la vivienda”.