Casi veinte años llevan más de 70.000 jandeños esperando un centro sanitario, cuya apertura se ha dilatado en el tiempo por cuitas políticas y recortes presupuestarios.

Unos 70.000 habitantes cubren la ratio de La Janda Litoral. Unos vecinos que llevan toda la vida haciendo un recorrido de más de 60 kilómetros para acudir al hospital más cercano, el de centro universitario de Puerto Real. En el camino, muchos jandeños han dejado su vida porque el tiempo de respuesta de una emergencia sanitaria es de unos 35 minutos hasta llegar el hospital, teniendo unas instalaciones a nueve minutos o menos. Las distintas administraciones implicadas se culpan entre ellas con guerras partidistas y promesas cumplidas a media, así como fechas puestas por políticos que cada vez más se dilatan en el tiempo.

Para hacer memoria, cabe destacar que el Centro Hospitalario de Alta Resolución y Especialidades (Chare) de La Janda, ubicado en el término municipal de Vejer de la Frontera, se proyectó en 1999, y se empezó a construir en 2007. Diez años después, este proyecto sanitario sigue sin prestar servicio a los habitantes de los municipios jandeños, a pesar de que la exconsejera de Salud María Jesús Montero indicó en 2013 que las instalaciones se encuentran en el 97% de su ejecución.

Primera piedra y primeros retrasos

Las obras que comenzaron en 2007 deberían haber finalizado unos 30 meses después, tal como señaló la exconsejera de Salud, María Jesús Montero, tras anunciar la colocación de la primera piedra en noviembre de 2007. En 2017 todavía no se ha colocado la última piedra. En abril de 2010, la consejera acudió a visitar las obras y comentó que los retrasos se debían a las fuertes precipitaciones que marcaron los meses de aquel invierno en la provincia. Ese día, 26 de abril de 2010, la consejera volvió a anunciar que el hospital abriría sus puertas en 2011, poco antes de la llegada del verano.

En 2011, el entonces delegado de la Consejería de Salud en Cádiz, Hipólito García, en una visita a las instalaciones con representantes de la Junta, Diputación y Ayuntamiento de Vejer, aseguró que “la previsión es que la obra concluya a finales de 2011 o a principios de 2012”. En la visita, tanto Hipólito García como el excalcalde de Vejer Antonio Verdú, recalcaron que los plazos se estaban cumpliendo.

Del Chare al Hare y poco más

A principios del 2014, la exconsejera de Salud mencionó de nuevo el compromiso de la Junta con el centro hospitalario, y afirmó que las obras se encontraban al 97% de su ejecución. Recordó que el Ayuntamiento de Vejer y Diputación tenían que llevar a cabo una serie de actuaciones, como se deprende de un convenio que firmaron en relación con los accesos al hospital y el suministro básico del que se tiene que dotar al centro. Cuando finalizaran esas actuaciones, la Junta licitaría los equipamientos correspondientes. “Aunque los cronogramas se han tenido que ralentizar porque las situación de dificultad económica ha hecho que la Junta tenga que priorizar”, señaló. En este año se cambiaba la catalogación de Centro Hospitalario a Hospital, otorgándole un rango mayor.

Entre 2014 y 2015, la situación era de ataque continuado entre administraciones. Desde la Junta se culpaba a Diputación de Cádiz (entonces gobernada por el PP) y a que el Ayuntamiento de Vejer debe tramitar servicios urbanísticos como el acceso al rodado, la energía eléctrica y el saneamiento para continuar con las obras. Desde el Ayuntamiento se consideraba justo lo contrario. El Partido Popular, por su parte, explicaba que con la dotación presupuestaria de 500.000 euros será imposible finalizar el centro hospitalario, “cuando tanto los técnicos y servicios de la obra como la Junta de Andalucía reconocen que hacen falta ocho millones de euros para ponerlo en marcha”.

El propio PSOE mostraba su “compromiso” con la comarca mostrando el Hospital de la Janda -en lenguaje técnico HARE-, “se terminará por la gestión socialista, de quienes dirigen el gobierno andaluz, cuya presidenta, Susana Díaz, no solo ha garantizado su terminación sino también que se hará como servicio público y no como negocio”.

Movilizaciones ciudadanas y acercamiento político

Una reunión técnica entre los distintos actores técnicos y políticos puso algo de claridad en el asunto, con la presencia de José Ortiz, regidor vejeriego, que se felicitaba porque se habían dado “pasos importantes”, incluso se atrevía a decir que en 2015 el hospital sería “una realidad". 2015 pasó y no tampoco se abrió, a pesar de las manifestaciones de Ortiz y de la concentración que realizó pasando la noche in situ.

Movimientos ciudadanos llevaban ya años manifestándose y hace dos se creó una plataforma por el hospital (la segunda que surgía en la zona). Se convocó una manifestación en el propio hospital. La plataforma envió una carta a la entonces consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, con el objetivo de que en los “presupuestos del Gobierno de la Junta de Andalucía que se aprobarán para el 2016, tenga incorporada una partida presupuestaria suficiente” para la apertura del centro hospitalario.

Desde el extinto Partido Andalucista se convocaron también manifestaciones y concentraciones en la Casa del Mar de Barbate, municipio más perjudicado por la no apertura del centro –lugar más lejano-, pero que se fue diluyendo en el tiempo.

Nuevos enfrentamientos políticos

2016 tampoco fue el año de apertura. Con Fernando López Gil como delegado de la Junta en Cádiz, las gestiones parecían que se iban solucionando y se sentaron nuevamente en la mesa todos los alcaldes de la zona, la presidenta de Diputación, Irene García y el propio delegado. Entre las obras pendientes, estaban algunas acciones que no dependía directamente de la administración regional y que López Gil las definía como “necesarias para la puesta en marcha del complejo”, tales como suministro eléctrico, red de telefonía, o saneamiento. Por lo que la pelota, según el delegado estaba en el tejado del Consistorio vejeriego. Las cuerda empezó a tensarse nuevamente y todo hacía prever que 2017 tampoco sería el año para la apertura del centro.

Por si el problema entre administraciones no fuera suficiente, la inversión privada entre en juego. El grupo sanitario privado Pascual tenía en propiedad unos terrenos por donde discurren la línea de suministro eléctrico del Hare de La Janda y se negó a firmar la autorización para que esto pudiera llevarse a cabo. En este sentido, José Ortiz amenazó con expropiar estos terrenos a la empresa privada. Ortiz indicaba el pasado mes de julio que se trataba del "último paso que se necesita para iniciar las obras de suministro eléctrico del Hospital, una vez consensuado el trazado definitivo con la Junta, que ha emitido todos los informes favorables". Por lo que procedió a la expropiación. En paralelo se han creado varias Mareas Blancas en distintas localidades como Barbate, Zahara de los Atunes o Vejer y la pasada semana convocaron una nueva concentración para el próximo 1 de octubre.

El Hare de La Janda contará con diferentes áreas: Urgencias, Hospitalización polivalente con 24 habitaciones de uso individual, Quirófanos y Consultas Externas. Su cartera de servicios incluirá medicina interna, pediatría, obstetricia y ginecología, cardiología, digestivo, cirugía general, dermatología, urología, traumatología, oftalmología y otorrinolaringología. Asimismo, dispondrá de un área destinada a educación sanitaria y contará con laboratorios, farmacia, telemedicina y una amplia zona radiológica dotada de radiología convencional, telemando, TAC, mamógrafo y ecógrafo, entre otros recursos.

70.000 ciudadanos que esperan un acercamiento de los recursos sanitarios desde hace veinte años que se proyectara el Hospital. Y por supuesto, el empleo que generaría en una comarca azotada por el paro.

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Luis Rossi

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