Una pareja de ancianos de Rota se enfrenta a un desalojo tras más de dos décadas viviendo en la misma vivienda de alquiler. Ana y Juan, de 80 y 83 años respectivamente, se encuentran con graves dificultades para encontrar una alternativa asequible en la localidad debido al alto precio del mercado de alquiler.
El matrimonio ha residido en la misma casa durante más de 20 años, pero los propietarios han solicitado que abandonen el inmueble. Aunque han recurrido la sentencia para ganar tiempo, la resolución judicial ya se encuentra firme, dejando a la familia en una situación de incertidumbre, según ha publicado Rota al Día.
Según explica su hija Silvia a lavozdelsur.es, la vivienda no se encuentra en condiciones óptimas, pero los ancianos desean marcharse de allí lo antes posible. La falta de mantenimiento durante los últimos años ha afectado al estado del inmueble, y Ana y Juan desean cambiar a otra vivienda que se ajuste a unas buenas condiciones económicas.
La búsqueda de un nuevo alquiler se ha convertido en un problema casi insalvable. En Rota, prácticamente no hay viviendas disponibles para residentes permanentes. La mayoría de los inmuebles se destinan al personal militar estadounidense o al turismo, con precios que superan los 600 y 700 euros incluso en apartamentos de un dormitorio.
La situación genera un gran estrés emocional para la pareja, que prefiere mantener su independencia pese a contar con cuatro hijos. Aunque se les ha ofrecido ir a vivir con alguno de sus familiares, Ana y Juan insisten en conservar su autonomía y no depender de terceros.
Los servicios sociales locales han sido contactados, pero las ayudas disponibles para el alquiler están muy por debajo de los precios actuales. La normativa está en proceso de modificación para adaptarse a alquileres más elevados.
El recurso de darlo a conocer
La hija de la pareja, Silvia, ha recurrido a las redes sociales como vía para visibilizar el caso y buscar apoyo. La proximidad de las navidades y la llegada del buen tiempo incrementa la urgencia, ya que en temporada alta el mercado de alquiler se orienta aún más hacia el turismo y se vuelve prácticamente inaccesible para residentes permanentes.
"Es una situación angustiosa. Ellos no se quieren ir, pero no encontramos alternativas. La única solución que hemos visto es difundir su caso en redes sociales", relata Silvia. La familia subraya la dificultad de encontrar un alquiler dentro de sus posibilidades económicas y lamenta la falta de control sobre los precios locales.