Con un cartel irónico han protestado vecinos de Tarifa por la situación en la que se encuentra un parque infantil de dicha localidad gaditana. En el cartel, adherido a una valla oxidada junto al cartel oficial del Ayuntamiento, puede leerse: “Se buscan extras para el rodaje de Parque Jurásico 8”. La escena, propia de una película de ciencia ficción, ha sido interpretada por vecinos como una denuncia del estado de abandono que sufre el municipio. “Parque infantil abandonado en Tarifa (como el pueblo entero)”, comentan de forma irónica los autores del mensaje.
Infraestructuras básicas, fuera de servicio
La protesta visual llega en un contexto de creciente malestar ciudadano por el deterioro de infraestructuras públicas esenciales. Una de las situaciones más preocupantes es la de la piscina municipal, cerrada desde abril por una avería calificada de compleja. Aunque se reconoce que los equipos están obsoletos, el verdadero problema, denuncian, es la falta de plazos concretos, alternativas reales y una respuesta política adecuada. La indignación se ha materializado en una convocatoria de protesta prevista para este martes 22 de julio, a las 12 horas, frente a la propia instalación.
La concentración ha sido impulsada por la Asociación de Fibromialgia de Tarifa (AFITA), cuyas integrantes explican que el acceso a la piscina es mucho más que ocio: se trata de un recurso vital para la salud física y emocional de muchas personas. Desde la plataforma ciudadana Tarifa No Se Vende, que también respalda la convocatoria, señalan que cuando se paraliza un espacio público, “no solo se interrumpe una actividad: se rompe algo mucho más profundo en la vida de las personas”.
Lo que más preocupa a colectivos ciudadanos y usuarios habituales es la falta de urgencia institucional. A pesar de que la avería es conocida desde hace meses, denuncian que no se ha actuado con la celeridad necesaria. “No se ha hecho lo suficiente por acelerar la solución, pese a tratarse de una instalación pública tan necesaria”, advierten. Resulta especialmente alarmante, añaden, que esta misma zona haya sido recientemente objeto de propuestas para otros usos no sociales, lo que refuerza la percepción de abandono selectivo.
Impacto directo en los más vulnerables
El cierre prolongado de la piscina afecta especialmente a personas mayores, niños y quienes padecen dolencias crónicas, que encuentran en el agua una forma segura de ejercicio y alivio. Para muchas familias, representa también un espacio seguro y asequible en un entorno donde las opciones recreativas son escasas. La falta de alternativas, indican desde AFITA, agrava la exclusión y el aislamiento de los sectores más sensibles de la población.
“Cuando lo social no entra en la agenda, lo que se pierde no es solo una piscina: es la vida cotidiana de la gente de aquí”, resumen desde la plataforma ciudadana. El malestar acumulado se manifiesta tanto en acciones organizadas como en gestos espontáneos, como el cartel que hace referencia al rodaje ficticio de Parque Jurásico. El mensaje que resuena entre los vecinos es inequívoco: Tarifa no aguanta más. Y, aunque lo expresen con humor, la queja va en serio.


