La Confitería Casa Guerrero, la más antigua de Sanlúcar, ha denunciado públicamente en sus redes sociales un incidente ocurrido el pasado domingo en la calle Ancha, que no es nuevo en esta zona. El establecimiento, que desde 1947 elabora sus dulces de forma tradicional, ha querido poner voz al malestar de vecinos y viandantes ante el deterioro del acerado y la falta de respuesta de las autoridades.
“Somos testigos diariamente de caídas, reventones, tropiezos y hasta caídas de espaldas de personas de todas las edades que hacen uso de la calle Ancha en el tramo en el que estamos ubicados”, denuncian desde Casa Guerrero. Sin embargo, esta vez el suceso ha tenido una carga especialmente dolorosa para la familia propietaria.
“Nos duele aún más cuando ves que tu madre de 80 años, totalmente independiente y que gozaba de buena salud, se dirigía a su domicilio después de un fantástico día familiar, con tan mala suerte que tropieza con un bolardo de la calle y presenta un golpe fuerte en la cara y el brazo roto”, lamentan.
La confitería se ha dirigido directamente a las autoridades locales con un mensaje claro. “Queridos dirigentes, ya sean del color que sean, ¿cuántas veces más pasará? No queremos una indemnización, lo que queremos es que personas mayores, y no tanto, no sufran por vuestra burocracia", sostiene.
En su denuncia, también señalan la falta de mantenimiento urbano. “¿Cuántas veces tengo que dar aviso para que el macetero que tenemos enfrente lo calcen para que no sea un balancín? ¿Cuántas veces hay que avisar a las asociaciones, policía local o intentar hablar con Infraestructura para que los bolardos se aumenten de altura? ¿Cuántas veces tendremos que oír el reventón de un neumático en la esquina de Santa Ana con Ancha y que colapse la calle Ancha mientras esperamos a la grúa?”, se pregunta el establecimiento.
Según explican, pese a las advertencias, “damos el aviso, encintan, pero cae en saco roto”. Desde el histórico establecimiento sanluqueño insisten en que "queremos que ningún familiar más tema salir a la calle por miedo".
Víctimas de caídas
La denuncia ha despertado una oleada de testimonios similares entre los vecinos. “Ahora ha hecho un año de la caída de mi madre, de la misma edad, en calle Fariñas. Yo sí he denunciado. No sé cómo acabará esto, pero hay que denunciar. Mi madre perdió cuatro piezas dentales, magulladuras y moretones por todos sitios”, relata una ciudadana.
“Yo me caí en la plaza del Cabildo ya hace algunos años y todavía estoy esperando la resolución de la denuncia. No hay por dónde coger cómo está todo. Yo voy por la calle con miedo, por si me caigo", añade otra vecina.