Toniza – Ecologistas en Acción Chiclana ha denunciado la reciente tala de una masa arbórea situada junto al río Iro, bajo la torre mirador del Cerro del Castillo. La eliminación de esta vegetación se enmarca en las obras para la construcción de una nueva pasarela peatonal en la ciudad.
El colectivo ecologista considera que esta actuación representa una “agresión a la naturaleza urbana” y una medida que “desprecia a la ciudadanía”, al eliminar árboles que ofrecían la única sombra en un amplio tramo de la Avenida Reyes Católicos. La tala se produjo el pasado lunes, 19 de mayo, afectando a cinco olmos de gran porte y otras especies como tarajes, higueras y moreras.
El espacio verde eliminado no solo tenía valor ecológico, sino también social y cultural. Según detalla la asociación, este constituía una parada habitual para ciclistas, paseantes y vecinos que frecuentaban la ruta del río. Incluso fue refugio temporal para los responsables municipales durante la inauguración de la torre mirador, que ahora ha quedado desprovista de cobertura vegetal.
En el centro de esta arboleda se encontraba una placa explicativa del asentamiento fenicio de Chiclana, reforzando el valor patrimonial del enclave. Esta decisión ha sido criticada por los ecologistas, que cuestionan la elección de esta zona concreta, siendo la única arbolada entre muchos metros de ribera disponibles para el proyecto.
"Mientras se promete más verde, se talan árboles"
La polémica se agrava por la coincidencia temporal con una reciente reunión sobre el Plan Municipal frente al Cambio Climático, que promueve precisamente el incremento del arbolado en Chiclana. “Paradójicamente, mientras se promete más verde, se talan árboles”, denuncian desde la asociación.
En la nota, también destaca que la actuación vulnera además la propia Ordenanza Municipal de Parques, Jardines, Zonas Verdes y Protección del Arbolado, que establece que este tipo de labores debe evitarse durante los meses de cría de aves, de marzo a agosto. Así, recuerda que esta norma prohíbe expresamente este tipo de intervenciones salvo urgencia justificada, circunstancia que no se ha argumentado públicamente.
Desde la organización ambiental lamentan que, además, no se haya contemplado la posibilidad de replantación, medida con la que el alcalde suele justificar talas anteriores. “Los ejemplares de gran porte rara vez sobreviven al trasplante y en este caso, ni siquiera se ha intentado”, aseguran.
Para TONIZA, esta tala es una muestra más del modelo de desarrollo urbano que, en lugar de integrar la vegetación existente, la elimina sistemáticamente. “El arbolado urbano tiene identidad y valor propio”, recuerdan, subrayando su papel fundamental en la lucha contra el cambio climático, la reducción de temperaturas y la mejora de la calidad del aire.
La asociación también ha trasladado por escrito su preocupación al Ayuntamiento de Chiclana y a la Junta de Andalucía, solicitando información sobre el control arqueológico que debería haberse realizado antes del inicio de las obras, dada su proximidad al yacimiento del Cerro del Castillo.
Una tala más en una larga lista
La eliminación de esta arboleda se suma a una serie de actuaciones recientes que, según los ecologistas, han ido reduciendo progresivamente el patrimonio verde de la ciudad. Ejemplos de ello son la tala para construir el apeadero de autobuses junto al río, la desaparición de árboles en la Urbanización La Cerámica, o la reforma de la Alameda del Río, donde se eliminaron olmos y especies autóctonas.
En la calle Arroyuelo, cuatro árboles de unos 20 años fueron talados por obras de peatonalización. También fue arrasada toda la vegetación en la remodelación de la Plaza de España. “¿No es posible un proyecto urbano que no afecte a nuestras zonas verdes?”, se preguntan desde la organización.
En peligro se encuentra también la arboleda de moreras y encinas de la Cañada de los Barrancos, afectada por la ampliación de la carretera. Y en El Marquesado, el gran pino del camino de Canasteros, único ejemplar notable en una zona de 140.000 metros cuadrados, también podría ser talado bajo la justificación de mejorar la seguridad vial.
La asociación cierra su denuncia reclamando una planificación más coherente y respetuosa con el entorno, que no contradiga los compromisos medioambientales asumidos por el propio Ayuntamiento y que preserve el escaso verde urbano que aún perdura en Chiclana.
