“Llevamos más de dos años metiéndonos aire con polvo en nuestros pulmones”. Es el grito de desesperación de Pilar, una vecina de la zona de Colada de Fuente Amarga, en Chiclana. Ella, y muchas otras personas, lidian a diario con una “horrible nube tan grande que se queda en suspensión”.
Según explica a lavozdelsur.es, el polvo entra por las ventanas de las casas y los coches siempre están sucios. “Esto es insano, yo tengo mi casa siempre cerrada, como deje una ventana abierta se me llena más de un dedo. En la entrada tengo una baldosa roja, siempre está blanca”, comenta esta mujer que reside desde hace más de tres años a ras de la carretera que recorre de Novo Sancti Petri hasta El Florín, unos cinco kilómetros en total.
Cuando se instaló en esta zona, la carretera estaba asfaltada, pero presentaba un notable estado de deterioro. En 2022, los vecinos recogieron firmas para que se realizaran obras de reparación. “Había verdaderos agujeros en los que se te podía reventar una rueda”, recuerda.
A los pocos meses, arrancaron esas obras tan demandadas, sin embargo, no salió como esperaban. “La sorpresa fue que en vez de asfaltar, vino una máquina, levantó el asfalto y puso cal molida, según nos dijeron los obreros”, explica Pilar, que desde entonces presencia cómo la nube de polvo se queda en el aire delante de su vivienda y se esparce por todo el terreno.
“En una de las casas se hacen actividades infantiles y vienen clases enteras, unos cuarenta niños juegan al aire libre y se comen el polvo”, destaca desde el inmueble situado frente a esta vía que, asegura, está muy concurrida, y que conecta con la urbanización de lujo San Andrés Golf, conocida por sus extensos campos.
Desde hace dos años, la vecina se ha dirigido a las autoridades con el fin de encontrar una solución. Llamadas telefónicas, mensajes por Facebook e incluso se ha puesto en contacto con el defensor del pueblo andaluz. Según comparte, el Ayuntamiento le contestó que no era posible asfaltar el tramo al tratarse de una vía pecuaria que es competencia de la Junta de Andalucía.
A finales de junio 2024, arrancaron unas obras para el asfaltado, pero solo se lleva a cabo hasta el término de la urbanización de lujo. En marzo de este año, los vecinos volvieron a ver la llegada de obreros. “Nos contaron que los hoteles del Novo tenían poca presión del agua y que iban a hacer un recorrido con las tuberías, además están construyendo dos hoteles nuevos. Le pregunté qué iban a hacer con la carretera y me dijeron que la iban a dejar como está”, sostiene la vecina.
Impacto en la salud de los vecinos
De inmediato, se puso en contacto con el Ayuntamiento para transmitir que, ya que iban a levantarla, que pusieran remedio al polvo. Los obreros le trasladaron que correspondía asfaltar la mitad de la carretera, sin embargo, cuando ya estaba todo preparado, recibieron la orden de que no podían hacerlo. Esta vez, no echaron cal molida, sino que aplanaron el terreno. Por tanto, la nube de polvo continúa provocando molestias a los vecinos.
“Los ciclistas que pasan, se envuelven en la nube. Sales a pasear y tienes que parar y volver la cabeza hacia abajo, es espantosa”, expresa Pilar, que, de nuevo, volvió a contactar con el Ayuntamiento para preguntar el motivo por el que no asfaltaban los 150 metros donde se produce el problema. Según su testimonio, le dijeron que la encargada de la obra le iba a llamar. “Han pasado 18 días y no he recibido ninguna contestación”, lamenta.
“No queremos que asfalten si no se puede, queremos que quiten el polvo, hay agregantes, que echen lo que sea”, añade cansada de reclamar. “Hay una señora mayor que se come el polvo y que cuando sale, tiene toda la casa llena de polvo. La gente que va a la venta, come polvo. Se queda en las ruedas de los coches y se arrastra”, sostiene.
Esta vía ya resonó en la prensa hace casi 20 años cuando, en 2004, la Junta dio permiso para colocar aglomerado, sin embargo, se acabó asfaltando de forma ilegal. Una intervención que tuvo que ser paralizada y por la que el Ayuntamiento de Chiclana ya fue sancionado. En su momento, la Junta explicó que la normativa vigente no permite el asfaltado de una vía pecuaria.
“Desde el Ayuntamiento no podemos actuar, porque las competencias corresponden a la Junta de Andalucía”, insisten desde el Consistorio a este medio.
La colada de Fuente Amarga "no puede transformarse"
La delegación territorial de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha compartido con este medio la problemática que presenta esta vía pecuaria.
Según recuerda, se trata de un bien de dominio público protegido, cuyo uso tradicional previsto en la ley es el tránsito ganadero, así como el acceso de los vehículos agrícolas a las fincas colindantes. Actualmente, se han definido por la norma unos usos compatibles y complementarios como son el uso ciclista, peatonal, deportivos, ambientales, etc.
La Administración menciona el Art 58.1 del Decreto 155/98, por el que se aprueba el Reglamento de Vías Pecuarias. "Se consideran usos complementarios de las vías pecuarias aquellos que, respetando la prioridad del tránsito ganadero y los fines establecidos en el art 4, fomenten el esparcimiento ciudadano y las actividades de tiempo libre, tales como el paseo, el senderismo, la cabalgada, el ciclo-turismo y otras formas de ocio y deportivas, siempre que no conlleve la utilización de vehículos motorizados", detalla.
Desde la delegación, consideran que contrasta "con la enorme presión que sufre este tipo de infraestructuras de comunicación tradicional para dar soporte a las necesidades de circulación de las personas mediante vehículos particulares".
Además, contrasta con su uso como carretera de comunicación alternativa. Según destaca, "consecuencia de un desarrollo urbanístico no planificado que adolece de infraestructuras adecuadas para atender las necesidades de la población que reside en estos entornos y en paralelo las demandas ciudadanas de servicios para desarrollos urbanísticos irregulares".
La Junta explica que al no haberse previsto ni creado carreteras o accesos propios para estos nuevos núcleos en la ordenación urbanística, se viene utilizando esta vía pecuaria como única vía de comunicación en estos nuevos ámbitos.
"Nos encontramos que se evidencia un uso irregular de la vía pecuaria, además de mantener unas importantes deficiencias para la circulación de los vehículos y unas consecuencias sobre las viviendas aledañas, directamente derivadas del uso inadecuado que mantienen, que nada tienen que ver con la finalidad para las que fueron creadas y son mantenidas", sostiene la Junta, que asegura que es consciente de las necesidades de la población colindante a esta vía.
Sin embargo, expone que "la solución debe venir ineludiblemente por parte de la planificación urbanística municipal, incluso de Carreteras, para el desarrollo de infraestructuras adecuadas para el acceso a los vecinos".
Una señal para evitar el intenso tráfico
Recuerda que al ser una vía pecuaria, "no puede transformarse para atender a otros usos por su carácter de dominio público pecuario, no siendo viable ni autorizable la transformación de sus características, por la vía de hecho, para atender otras necesidades de comunicación y circulación de vehículos".
La delegación muestra su intención de colaborar con el Ayuntamiento y los vecinos en la resolución de la problemática generada en el dominio público. Resalta que, tras conocer la existencia de polvo en suspensión como consecuencia del intenso tráfico que soporta esta vía, se instaló una señal vertical indicativa de la vía pecuaria.
Además, añade que autorizó al Ayuntamiento a acondicionar no más de 190 metros de la vía pecuaria para el entronque de esta con la Avenida Octavio Augusto, como solución. Actualmente, esta señal se encuentra instalada en los accesos a la vía pecuaria tanto por la Venta El Florín como por la Avenida Octavio Augusto.
"No se puede autorizar, como se viene pretendiendo desde hace años, una transformación de esta tradicional vía de comunicación para atender usos que son manifiestamente contrarios a su naturaleza como vía pecuaria", insiste.