Un incendio declarado en la tarde de este martes en Chiclana obligó a la intervención de los bomberos, después de que la Policía Local solicitara apoyo por el fuego originado en una vivienda situada en el Camino de la Pinaleta.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 19:45 horas del 23 de septiembre, cuando las llamas comenzaron a propagarse en una habitación tipo estudio del inmueble. Según el parte de los efectivos, a su llegada el incendio se encontraba ya parcialmente sofocado, lo que permitió que los bomberos se centraran en completar la extinción, además de refrescar la zona y garantizar la seguridad del resto de la vivienda mediante labores de ventilación con un turbo ventilador.
A pesar de que no se registraron daños personales, la habitación afectada quedó completamente calcinada y el resto de la casa sufrió las consecuencias del humo. Los equipos subrayaron que, aunque no hubo heridos, el suceso provocó serios desperfectos en la estructura interna del domicilio, que quedó inhabitable en ese espacio.
Para sofocar las llamas y controlar la situación, se desplegaron dos vehículos: una autobomba rural pesada (R-33) y una autobomba urbana pesada (U-37). En la operación participaron cuatro bomberos, que trabajaron de forma coordinada para evitar que el incendio pudiera reavivarse o extenderse a otras partes de la vivienda.
Otro incendio un día antes
Un día antes, el lunes 22 de septiembre, entre las 13:10 y las 15:30 horas, tuvo lugar otro incendio. Una dotación de bomberos salió del parque de Chiclana hacia la Carretera del Pinar de los Franceses para sofocar un fuego declarado en un garaje.
En el interior del espacio ardió por completo un coche clásico en proceso de restauración, además de herramientas y varios enseres almacenados tanto en el garaje como en un cuarto anexo a la vivienda. Los bomberos trabajaron durante horas en las labores de extinción y ventilación, evitando que las llamas afectaran a la casa principal.
Para este operativo se utilizaron dos vehículos —una autobomba rural pesada (R-33) y una autobomba urbana pesada (U-37)—, junto a cuatro efectivos que emplearon alrededor de 3.500 litros de agua. La intervención contó con la colaboración de la Policía Local y de la Guardia Civil, que aseguraron la zona y apoyaron en las labores de control.
