El pintor Adrián Pereda ha finalizado recientemente un mural en honor a la reconocida artista sevillana María Jiménez, que residió durante décadas en Chiclana. La obra ha sido realizada en la fachada de su vivienda en la zona de San Andrés Golf, un lugar muy vinculado a la vida personal de la cantante.
Tras el fallecimiento de María Jiménez, su hijo Alejandro ha continuado cuidando la casa familiar en Chiclana, preservando con esmero tanto la memoria de su madre como su legado artístico. El mural supone un homenaje visible y emotivo en uno de los lugares más significativos para la artista.
El propio Pereda compartió en sus redes sociales sensaciones muy personales tras concluir el trabajo. “Hoy de vuelta a Zaragoza, con una energía especial que invade mi cuerpo a pesar del cansancio físico”, escribió el pintor, añadiendo: “Vuelvo pleno de satisfacción, momentos y personas increíbles. ¡Muchas gracias a la vida por hacerme estos regalos!”.
El alcalde de Chiclana, José María Román, ha valorado la iniciativa destacando tanto la obra de Pereda como el esfuerzo del hijo de María Jiménez. “Mural realizado por el pintor Adrián Pereda a María Jiménez en la fachada de su casa. Su hijo Alejandro está trabajando para mantener su casa chiclanera y todo el legado de la excepcional artista”, señaló.
Una notable actividad profesional
Adrián Pereda es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, con especialización en Pintura. A lo largo de su trayectoria, ha ampliado su formación hacia otras disciplinas como la ilustración y el diseño gráfico, ámbitos en los que también ha desarrollado una notable actividad profesional.
Ya Chiclana homenajeó a la cantante con una escultura en la glorieta de la confluencia de la N-340 con la carretera de La Petit (Loma del Puerco), próxima a la urbanización de San Andrés Golf, donde ella residía.
El mural en honor a María Jiménez se suma así al amplio repertorio de proyectos de Adrián Pereda, marcando un nuevo capítulo en su carrera artística y contribuyendo, al mismo tiempo, a mantener viva la memoria de una de las voces más emblemáticas de la música popular española.