La Guardia Civil ha desarticulado en Chiclana una organización criminal que utilizaba una vivienda como guardería y surtidor clandestino de combustible para el narcotráfico. En el interior de la finca se almacenaban cientos de petacas de gasolina que eran distribuidas en furgonetas de alquiler a redes dedicadas al tráfico de drogas.
Los agentes comprobaron que la banda manipulaba más de 20.000 litros de combustible a la semana, sin medidas de seguridad y en una zona residencial, poniendo en riesgo a los vecinos colindantes.
Una operación de alto riesgo
La intervención permitió la incautación de 9.500 litros de gasolina, 597 petacas, un vehículo Toyota Land Cruiser sustraído en Granada en 2022 y diverso material eléctrico empleado para plantaciones de marihuana indoor. La rápida actuación evitó que el combustible terminara en las narcolanchas que operan en la costa.
Las investigaciones comenzaron en junio, cuando el Equipo Roca de Chiclana detectó movimientos sospechosos en la finca. Tras semanas de vigilancia, los agentes confirmaron que el inmueble se usaba como centro logístico: las furgonetas de alquiler trasladaban las garrafas hasta puntos aislados junto a los caños, donde se hacía el transbordo a las embarcaciones.
Una "gasolinera" dentro de una casa
Según la Guardia Civil, los responsables disponían de un surtidor portátil con el que llenaban cada garrafa en el interior de la vivienda, en operaciones que se repetían varias veces a la semana y se prolongaban durante horas. Todo ello con una sustancia altamente inflamable, lo que suponía un peligro inminente para todo el vecindario.
En el registro del domicilio se localizaron además 380 garrafas llenas y 217 vacías, listas para ser utilizadas. También se hallaron teléfonos satelitales, equipos náuticos para narcolanchas y material especializado para montar un cultivo de marihuana indoor, incluidos filtros de carbono, extractores industriales y sistemas de climatización.
Finalmente, la operación culminó con la detención de cuatro personas, una de ellas menor de edad. Entre los arrestados, vecinos de Chiclana y La Línea de la Concepción, varios cuentan con antecedentes por delitos relacionados con el narcotráfico.
Tras pasar a disposición judicial, el juez decretó prisión para el propietario de la vivienda, mientras continúa la investigación sobre la red desarticulada.