El Campo de Gibraltar vivió este viernes una escena inesperada: un helicóptero contratado por el Ministerio para la Transición Ecológica cayó en el embalse de Guadarranque, en el término municipal de Castellar de la Frontera, mientras realizaba trabajos de mantenimiento y entrenamiento. El accidente, que afortunadamente no dejó víctimas, ha obligado a la Junta de Andalucía a tomar medidas inmediatas para asegurar el abastecimiento de agua a la comarca.
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural ha confirmado que la salud pública está “plenamente asegurada” y que el suministro no corre peligro. Desde el primer momento, la Junta ordenó el cierre inmediato del embalse de Guadarranque y la suspensión de la extracción de agua, al tiempo que activó un dispositivo para controlar la calidad. “La salud pública está garantizada, ya que no se está utilizando agua procedente de este pantano”, subrayaron desde la administración autonómica.
El abastecimiento, tanto para consumo humano como para regadíos, está cubierto gracias al agua procedente del embalse de Charco Redondo y de los Pozos de Majarambuz, que permanecerán en servicio hasta que se retire el helicóptero y se restablezca la normalidad en Guadarranque.
La Junta también ha enviado una carta al Ministerio para la Transición Ecológica, propietario de la aeronave, en la que reclama la retirada inmediata del aparato y de cualquier posible contaminación generada, además de solicitar información detallada sobre las medidas a adoptar. El Gobierno andaluz se ha ofrecido a colaborar “en todo lo necesario” para acelerar los trabajos.
Un milagro que no haya ni heridos
El siniestro se produjo poco después de las 10:30 horas, cuando el 1-1-2 recibió hasta cuatro llamadas de ciudadanos alertando de la caída del helicóptero. Enseguida se activaron Guardia Civil, Policía Local, Policía Nacional y el Centro de Emergencias Sanitarias 061. Los ocupantes, piloto y copiloto, lograron salir del agua por sus propios medios y fueron ellos mismos quienes contactaron con emergencias para confirmar que estaban bien. Finalmente, no fue necesario ningún traslado hospitalario.
La Consejería insiste en que “no ha existido riesgo para la población” y recuerda que informará con total transparencia mientras dure la situación. El mensaje a los vecinos del Campo de Gibraltar es claro: tranquilidad absoluta, el agua sigue siendo segura y el dispositivo de control permanece activo.
