El hombre que pilotaba la lancha que provocó la muerte del niño Manuel Mancilla el 14 de mayo de 2018 en la playa de Getares (Algeciras) se ha quitado la vida en el domicilio en el que residía en Palma de Mallorca, según informa Europa Sur.
En las Islas Baleares viví con un familiar desde que cumplió dos años y medio de cárcel. El suicidio se produjo el 2 de julio. Pese a haber cumplido condena, aún seguía en marcha el procedimiento judicial, pendiente de una resolución del Tribunal Supremo al que recurrieron la sentencia los padres de la víctima.
El algecireño fallecido estaba en tratamiento psicológico posiblemente causado por el fatal accidente que sucedió en mayo de 2018. Este pilotaba una embarcación de 300 caballos de potencia.
La información de Europa Sur recuerda que en el juicio quedaron probadas la existencia de "maniobras peligrosas a velocidad superior a la permitida, sin atender los requerimientos de cese que le fueron dirigidos por varios bañistas y llegando en una ocasión a perder el control del pilotaje, saliendo despedido de su asiento”.
Este hombre se aproximó a la embarcación de recreo que se encontraba cerca de la orilla ocupada por el menor fallecido, su padre y un amigo de éste, “quienes también le recriminaron la conducta”. En ese instante sonó el teléfono del piloto de la lancha, quien atendió la llamada y realizó una “arriesgada” maniobra de aceleración, “rápida y fuerte”, que le hizo perder el control de su embarcación, arrollando por su parte central a la embarcación de recreo donde se encontraba el menor, lo que provocó su fallecimiento en el acto debido a un shock traumático por atropello náutico.
Un jurado popular lo consideró culpable. La Audiencia Provincial lo condenó a cuatro años de cárcel, donde estuvo dos años y medio. Los padres del menor fallecido recurrieron ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que confirmó la sentencia. Esto llevó a presentar un recurso de casación en el Supremo, cuya sentencia está pendiente todavía.
La muerte del niño, que tenía 9 años, generó una ola de indignación y polémica por las circunstancias del suceso, ya que numerosas personas le increparon el peligro de sus maniobras con la embarcación.
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